Paseo por el lujo de antaño

Antigüedades y más antigüedades, todas con pedigrí y muchas de ellas con una historia detrás, aunque no haya nadie para contarla. Artemanía, la feria del arte antiguo, que ha abierto sus puertas por séptima vez, puede verse como un viaje por el lujo de otras épocas, un recorrido por las modas y costumbres que usaron los que vivían bastante bien en el pa sado. En los 1.000 metros cuadra dos que ocupa esta. feria se en cuentra, por ejemplo, un juguete de reyes: un precioso barco de vela pequeñito pero apto para que el infante en cuestión se entretuviera haciéndolo flotar. Pero hay también imágenes religiosas, cuadros, joyas, arte precolombino, lámparas de diferentes siglos, art déco... O muebles de todo tipo, tantos que un profano se sorprenderá de la cantidad de nombres que puede recibir un trozo de madera con patas y cajones.

Los más de treinta expositores han reunido objetos que datan de 2.000 años antes de Cristo hasta otros fabricados a principios de este siglo. Todos se han esforzado por llegar a la muestra con sus mejores piezas. Entre otras razones, porque es en este tipo de concentraciones donde más negocio hacen los que se dedican a este sector tan castigado por la crisis económica.

Patrick Moore, director de la muestra ' explica cómo se realiza la selección de los expositores. "'Es gente con una trayectoria conocida y en la mayoría de los casos tienen un local abierto al público", dice el organizador. Para los que compran algo hay un certificado de autenticidad. No importa si la pieza ha costado las 5.000 pesetas que vale lo más barato o los más de treinta millones de pesetas que se piden por un Dalí en la galería Alcolea.

Hay un sable de honor afgano del siglo XVIII. ¿De honor? "Porque no era para herir a nadie, sino para hacer los honores", dice el galerista que lo exhibe. Por otra esquina lucen una pareja de chinos de la dinastía Ming esculpidos en terracota del siglo, XVI. Hay una colección de improntas del siglo XVIII, el antecedente de los souvenirs de ahora: los ingleses que viajaban a Italia o Egipto se traían estos recuerditos en los que están grabadas imágenes de esos lugares tan lejanos entonces.

Y está el trofeo que obtenían los ganadores de un extraño juego de pelota que se estilaba en tiempos precolombinos. Recuerda a una herradura de piedra.

Por otra parte, la Semana del Objeto Singular que se celebra en un centro comercial ofrece más curiosidades. Un ejemplo: un broche titulado Alegoría del cometa Halley.

Artemanía, en el Palacio de Exposiciones y Congresos (paseo de la Castellana, 99; metro Lima), hasta el 17 de noviembre. De 11.30 a 21.30. 700 pesetas. Semana del Objeto Singular. Centro Comercial Moda Shopping (General Perón, 40; metro Lima), hasta el 18 de noviembre. De 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30. Gratis.