La Audiencia condena a 125 años de cárcel a los asesinos de los dos taxistas.
El crimen de los taxistas ya tiene sentencia. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Rachid Moufraj, marroquí de 26 años, y Abdeslan Kayat, argelino de 35, a 125 años de cárcel -61 años y seis meses para cada uno- por el asesinato de los taxistas Federico García Nogal y Felipe García rernández. El veredicto judicial establece, que en la madrugada del 21de noviembre de 1994 ambos inmigrantes "concertaron sus voluntades" para matar con alevosía, por la espalda y sin peligro de sus vidas a los dos conductores y despojarles su recaudación. La hora más negra de 1994 quedó marcada por una pistola semiautomática Reck. Con ella, en apenas 60 minutos y en un perímetro de 850 metros, ambos asesinos volaron la cabeza de los dos taxistas, que circulaban por Lavapiés. Ni siquiera les dieron tiempo a bajar el taxímetro. La brutalidad del crimen puso en pie de guerra a 15.000 taxistas, quienes, al conocer los hechos, paralizaron por completo el tráfico de la ciudad. La respuesta policial no se hizo esperar. En menos de 48 horas fueron detenidos Rachid Moufraj y Abdeslan Kayat, ambos con numerosos antecedentes a sus espaldas. Ahora, casi dos años después de su captura, llega su condena.
Cumpliento de la pena
La sentencia impone a cada acusado una pena de 60 años de cárcel por dos delitos de robo con homicidio -asesinato en el nuevo Código Penal- Asimismo se les condena a dos años y seis meses de prisión por tenencia ilícita de armás. En total, 62 años y seis meses de cárcel para cada uno.. Con todo, ninguno cumplirá más de 25 años de prisión, al aplicárseles el nuevo Código Penal.
Las penas son inferiores a las solicitadas tanto por el fiscal, que había pedido 65 años de cárcel para Moufraj y 63 para Kayat, como por las acusaciones particulares, que exigían 72 años de prisión para cada uno. Pese a esta diferencia, los abogados de las víctimas no se mostraron ayer contrarios a la sentencia. José Miguel Ayllón, abogado de la familia de Federico García, anunció que no pretende recurrirla, e incluso destacó el trabajo técnico de la magistrada ponente, Ana Ferrer.
La principal prueba de cargo procede del relato de Rachid Moufraj, quien en todo momento acusó a Abdeslan Kayat de ser el autor de los disparos que acabaron con las vidas de los taxistas. Esta declaración ha sido aceptada por los magistrados en la medida en que ha sido corroborada por las pruebas periciales y los testigos. Ahora bien, los jueces no han aceptado el argumento de Moufraj de que desconocía que su compañero llevara un arma. No en balde el apartado de hechos probados de la sentencia muestra la íntima relación entre ambos asesinos.
Así, Moufraj reconoció que la noche de los hechos subió con, Kayat al primer taxi y presenció el asesinato de Felipe Garcia Fernández, de 51 años, y que luego, tras robarle, se dirigieron hasta la casa de Kayat. Allí se lavaron las manos y se cambiaron. A los pocos minutos volvieron a la calle. Subieron a otro taxi. Al volante iba Federico García Nogal, de 47 años. Una bala le atravesó la cabeza. Ambos asesinos, tras desvalijarle, huyeron.
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