"No voy a dejar de ser como soy"
Magic Johnson relata sus cinco años de lucha contra el sida
El 7 de noviembre de 1991,Magic Johnson reveló que era portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y que se retiraba de Los Angeles Lakers. Desde entonces, ha vuelto dos veces al equipo y se ha retirado otras dos. A petición de LosAngeles Times, ha escrito la siguiente reflexión sobre sus últimos cinco años.
Para mí, el VIH es algo a lo que no hay que darle vueltas. Sabes que está ahí. Simplemente vives con ello. Hay muchas cosas que hacer a lo largo de un día, una semana, un mes y un ano. En cambio, mi hijo André tiene 15 años y quiere saber del tema. No me pregunta si me voy a morir. Me pregunta: "¿Cómo te vas a enfrentar a esto? ¿Vas a estar con nosotros mucho tiempo?".
Supongo que esa es su forma de preguntar si me voy a morir. Al principio tenía miedo. Creo que cualquiera tendría miedo, pero también tenía confianza. Igual que ahora. Por eso me va tan bien. Los únicos momentos malos que he pasado en los últimos cinco años fueron cuando no sabía si Cookie iba a permanecer a mí lado y si mi bebé estaba bien. Aparte de eso, no ha habido bajones. Cuando volvía a casa después de ir al médico y enterarme, la cuestión era: ¿Cómo se lo digo a Cookie y cómo va a responder?
Cuando se lo conté, le dije que podía marcharse si quería. Me dio un capón y dijo: "¡Siempre he estado contigo. Te dije que siempre estaría contigo. Te quiero mucho. No voy a ir a ninguna parte. Vamos -a vivir esto juntos".
No me siento enfermo, ni cansado, ni nada. Mi día empieza a las siete y media de la mañana. Voy a hacer ejercicio al gimnasio. Después juego al baloncesto de nueve a once. Voy a n1i despacho, donde puede que tenga cuatro o cinco reuniones previstas para un solo día. A no ser que tengamos algo que hacer por la noche, lo más probable es que me vaya a la cama a eso de las diez y media o las once, pero no me duermo hasta que veo los deportes. Así que cuando me quedo realmente dormido puede ser medianoche. Al día siguiente me levanto a las seis o las seis y cuarto de la mañana y vuelvo a empezar de nuevo. Entreno cinco días a la semana. Nunca he caído enfermo. Eso no me preocupa. Uno sabe lo que tiene, que hacer. Llevar una vida sana, hacer ejercicio continuamente -algo que de todas formas me encanta-, comer bien, tomar las medicinas, y limitarte a seguir adelante.
Para empezar, nunca he sido una persona enférmiza. Siempre tuve un sistema inmunológico fuerte. Y se ha mantenido fuerte, todo este tiempo. Esa es la clave. Si no pudiera jugar al baloncesto dos horas seguidas, si no pudiera levantar pesas durante una hora, entonces sabría que algo anda mal. Mi agenda me mantiene muy ocupado. Tengo que estar. al corriente de cuántas palomitas vendemos en sus cines y de cuántos. clientes entran por la puerta.
Además están los Lakers. Hay que asegurarse de que estos chicos cuidan el negocio. Les pregunto: "¿Cómo estáis?, ¿qué se siente formando parte del equipo?". Les sigo de cerca para ver si todo va bien. Si no es así, veo en qué puedo ayudar, pero, al mismo tiempo, mantengo las distancias para dejar que conserven su propia identidad.
He aceptado todo lo relacionado con el VIH. He aceptado el hecho dé que tengo que dar la cara y ponerme a la cabeza de la lucha. He aceptado librar las batallas de otros, como la de los militares cuando intentaron retirarles las subvenciones.
Me encanta estar en primer plano por la gente. Me encanta hablar sobre la discriminación contra la gente que tiene el VIH o el sida, ya sea porque van a perder su trabajo, o porque la gente les quiere echar de sus apartamentos. No me cuesta nada.
Una cosa que me ha venido bien es mi actitud competitiva. Siempre me han gustado, lo! retos. Nunca acepto perder, nunca. Ésa es la razón por la que, creo que lo llevo bien. Gracias a eso, a mi familia y a Dios. Dios me bendice y cuida de mí.
No he experimentado la discriminación, pero creo que esa situación se produce más a tus espaldas. que en tus narices. Pero esa clase de gente siempre. existirá. Soy muy dado a abrazar y a besar. Esa es mi forma de saludar. Cuando dije por primera vez que tenía el VIH se notaba que la gente iba con cuidado. Pero ése es su problema. No voy a dejar de ser como soy. Ahora ya no pasa tan a menudo, pero todavía nos falta camino por andar.
Pero así es la vida. Hay que seguir luchando y seguir educando a la gente.
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