Hassan II admite que existen negociaciones con el Polisario

El rey Hassan II de Marruecos reconoció ayer públicamente la existencia de negociaciones directas con el Frente Polisario sobre el futuro del Sáhara Occidental. El soberano hizo estas confesiones de manera solemne en el transcurso de un discurso dirigido a todo el país y retransmitido a través de la radio y la televisión estatal con ocasión del 21º aniversario de la celebración de la Marcha Verde sobre la ex colonia española."Todo es negociable salvo la independencia", dijo el soberano en el transcurso del discurso que duró poco menos de un cuarto de hora, y en el que añadió que estas negociaciones se habían abierto a petición del Frente Polisario y de acuerdo con lo establecido en el Plan de Paz de la ONU para la región, que se inició hace más de seis años.

El rey recalcó que estaba dispuesto a recibir a los representantes del Frente Polisario una vez hubieran concluido los contactos preliminares iniciados el pasado agosto y añadió textualmente que "las puertas del Palacio estarían siempre abiertas".

Con estas declaraciones públicas el soberano alauita confirma las informaciones oficiosas, desveladas indirectamente por el secretario general de las Naciones Unidas Butros Butros Ghali el pasado mes de septiembre, según las cuales Marruecos y el Frente Polisario habían iniciado en Ginebra una ronda de negociaciones y conversaciones directas sobre el Sáhara Occidental.

El príncipe heredero de Marruecos Sidi Mohamed y el ministro de Estado para el Interior, Dris Basi, fueron, por parte marroquí, los principales protagonistas de estas conversaciones que prosiguieron a primeros de septiembre en Tánger y que más tarde se prolongaron en Rabat. Sin embargo, estos contactos se vieron inesperadamente interrumpidos el pasado mes de octubre, sin que se diera ninguna explicación oficiosa ni oficial.

El rey anunció ayer, sin embargo, que estas negociaciones proseguirían en el futuro y sugirió la posibilidad de que las reivindicaciones del Frente Polisario pudieran tener su salida dentro del plan de reestructuración administrativa que contempla la división de Marruecos en regiones, de acuerdo con una reforma constitucional aprobada el pasado verano.