Como los magos

Son muchas las veces que he sentido la tentación de enviar una carta a su periódico, la mayoría de ellas con objeto de protestar por algo o por alguien. En todas las ocasiones ha vencido la pereza y, al final, han quedado tan sólo en mi mente. Ésta que ahora envío es de agradecimiento.Jaén celebra su feria de San Lucas. El 21 de octubre me dirigía al recinto ferial en compañía de mis dos hijas pequeñas cuando a mi viejo coche se le pinchó una rueda. La casualidad ha querido que el primer hueco disponible para aparcarlo estuviera junto a los vehículos de una gran cantidad de marroquíes que probablemente han acudido a la feria como vendedores ambulantes. Cuando he comenzado a sacar los artilugios necesarios para cambiar la rueda, y sin que haya pedido ayuda ni hecho aspavientos de necesitarla, dos de ellos se han ofrecido amablemente a ayudarme y, al final, han sido los que han hecho el cambio. Una vez finalizado el trabajo, y puesto que de tal se trataba, además de darles las gracias, he intentado pagarles, pero no lo han aceptado. Uno de ellos, natural de Marraquech, me ha comentado que lo único que le interesa es que piensen y hablen bien de ellos.

No deja de ser triste que los inmigrantes pobres en nuestro país se muevan como los magos. Esto es, enseñando las manos para que veamos que no hay truco. Es muy improbable que alguno de ellos llegue a saber de la existencia de esta carta. No obstante, mi más sincero agradecimiento por su amabilidad.-