Emocionó Pedrito de Portugal

Xajay / Capetillo, Gutiérrez, Pedrito

Toros de Xajay, chicos, excepto 2º y 6º, pitados en el arrastre por mansos, peligrosos y faltos de raza. lº y 6º funcionaron.

Guillermo Capetillo: bajonazo -aviso-, descabello y se echa el toro (abucheos); estocada tendida (abucheos). Jorge Gutiérrez: metisaca y estocada desprendida (aplausos); media lagartijera (palmas). Pedrito de Portugal, que confirmó la alternativa: estocada trasera desprendida (aplausos); tres pinchazos -aviso- y estocada trasera desprendida (ovación).

Monumental Plaza México, 3 de noviembre. Cerca del lleno.

Pedrito de Portugal emocionó a los 40.000 espectadores que asistieron a la inauguración de la temporada 96-97 con su estilo artístico y su valiente labor.Al fijo astado de su confirmación de nombre Coquetón que terminó rehusándose a acudir, le obligó a humillar bajando las manos en emotivas series de naturales, redondos, y dos santinas que abrochó con pases de pecho mostrando así las bellas líneas que su toreo posee.

Pero lo impactante vino con el pronto que cerró el festejo y que recibió con dos tandas de verónicas, rodilla en tierra, rematadas de hinojos con una media, para después sin moverse de su sitio enjaretarle una ristra de majestuosas chicuelinas que concluyó con el manguerazo de Villalta (serpentina y revolera) que motivó que el respetable le ovacionara de pie.La emoción continuó al iniciar Pedrito su trasteo en el anillo con un espectacular péndulo. A pesar del aire que lo descubría, arrimándose, continuó toreando por el derecho exponiendo mucho ante un burel que al venir a menos lo buscaba tirándole derrotes al cuerpo. Perdió el trofeo por no acertar con la tizona.

En la actuación de Guillermo Capetillo hubo firmeza y decisión pero sus acciones carecieron de plan, tanto con el acobardado bovino jugado en segundo lugar, que tenía medio recorrido y que tardó mucho en doblar, así como con el medroso y bronco cuarto que de salida brincó al callejón.

Entre lo descompuesto de sus ejemplares y la animadversión de cierto sector del público que lo trató con dureza, Capetillo nada pudo hacer. En este toro los monosabios-porteros Francisco Javier y Leonardo Sánchez se llevaron sonora ovación por su valor y la rapidez de reflejos al abrir rápidamente la puerta del callejón al ruedo para que el morlaco regresara a su lugar.

El primero de Jorge Gutiérrez era descastado y cabeceaba y, aunque hubo pundonor por parte del diestro su faena -en la que sobresalieron buenos derechazos- fue demasiado larga. Con el aplomado quinto el espada de TuxIa destacó en un armonioso quite por navarras, pero con la muleta su esfuerzo se estrelló ante el aire que soplaba y lo soso y topón del cornúpeta.