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Hombre, sexo débil

(...) Hasta ahora, la crisis del hombre se ha consumado no en la oficina, sino en la alcoba. Los problemas empezaron en 1960, cuando la invención de la píldora permitió separar la sexualidad femenina de la procreación.(...) La antropóloga Margaret Mead hizo la siguiente observación en 1949: "En todas las sociedades conocidas, el macho joven aprende que para sentirse un ciudadano de verdad debe hacerse cargo de una mujer y de unos niños". Pero por primera vez en la historia esta tarea recae siempre con más frecuencia sobre la mujer. (...) "La discriminación es el último instrumento que le queda al hombre para mantener el statu quo..." , sostiene el sociólogo Giampacilo Fabris, que en sus investigaciones ha identificado la femenilización de la sociedad como la tendencia que más in fluirá en el futuro. Para hacer carrera, las mujeres saben usar los métodos masculinos. Pero pocos hombres aceptan los cinco trabajos identificados equivocadamente como femeninos que, según las previsiones, ofrecerán en el futuro más oportunidades de trabajo. Son precisamente los valores masculinos más tradicionales los que preparan el camino para una sociedad cada vez más femenina. (...) El mito del hombre fuerte, por ejemplo, tiene su contrapartida más dramática en los datos sobre la criminalidad, (...) y, por otra parte, el arquetipo del patriarca se hunde ante la evidencia de las estadísticas sobre la familia.

27 de octubre

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