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Calderón: "Dudo que una imputación sea la mejor forma de proteger mis derechos"

Miguel González

El juez Garzón imputó en el caso GAL al director general del Cesid, Javier Calderón, acusándole de un presunto delito de encubrimiento, para que pudiese prestar declaración asistido de abogado y así sus derechos estuviesen mejor defendidos * Ésa fue, al menos, la justificación que se dio ayer en la Audiencia Nacional al máximo responsable de los servicios secretos, que abandonó el juzgado libre de toda sospecha tras prestar declaración durante una hora.Visiblemente satisfecho y con una brizna de ironía, Calderón expresó poco después sus dudas de que la mejor manera de garantizar los derechos de un ciudadano sea acusándole de un delito. "Por lo que se me ha explicado", dijo, "la imputación era para proteger mejor mis derechos. Yo tengo ciertas dudas de que eso ayude a la persona a la que se quiere proteger".

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Calderón fue acusado de encubrimiento por negarse a revelar a Garzón las identidades de cinco agentes, cuyos alias fueron publicados por El Mundo, que lo relacionó con la llamada operación Menguele, el supuesto uso de mendigos como cobayas.Ayer, en unas breves declaraciones a los periodistas en el Ministerio de Defensa, explicó que la identidad de los miembros del Cesid está protegida por la legislación y que "cometería un delito" si la revelaba al juez.Toma de posesión

El director del servicio secreto acudió a la sede de Defensa a su salida de la Audiencia Nacional para asistir a la toma de posesión del nuevo director de Armamento y Material, Pascual Pery, hijo del almirante del mismo nombre que aceptó en abril de 1977 sustituir como ministro de Marina a Pita da Veiga, quien dimitió en protesta por la legalización del PCE. La dirección de Armamento que ocupa desde ayer Pery, quizá la más importante del ministerio, ha estado vacante desde primeros de julio, por el veto del vicepresidente Álvarez Cascos a los candidatos del ministro Eduardo Serra.

En el Ministerio de Defensa, Calderón reiteró, como ya había dicho tras declarar ante Garzón, qué se había retirado la imputación contra él "ante la constatación de que en todo momento mi actuación como director del centro desde que tomé posesión [a finales de mayo] no sólo se ajustaba a derecho sino que ha estado enmarcado en el más escrupuloso respeto a la legalidad". No quiso revelar el contenido de su declaración pero, preguntado si había ratificado a Garzón que no consta en el Cesid ningún dato de la Operación Menguele, como afirmaba Eduardo Serra en el escrito que remitió a la Audiencia Nacional en agosto, contestó: "De lo que firma el ministro, siempre me ratifico".

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Además, hizo hincapié en aclarar que no tuvo ningún problema en acceder al juzgado por la puerta principal, rodeada de cámaras y fotógrafos, ya que su imagen es sobradamente conocida, pero que, en cambio, ha pedido a los jueces que, "no por privilegio sino por necesidad", salvaguarden el anonimato de los agentes secretos llamados a declarar, "cuya identidad está, o debe estar, protegida por todos los poderes del Estado".

Poco antes de que el director del Cesid compareciera ante el juez, Eduardo Serra le mostró su público respaldo. "Personalmente conozco, avalo y respondo al ciento por ciento de la inteligencia, honradez, integridad y honestidad del general Calderón", dijo Serra a la Cadena SER.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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