Milagros
Parece ser que el señor Álvarez del Manzano, al que el mismo hecho de verse de alcalde de Madrid le hace creer en los milagros, agradecido a la mano que cuando tuvieron lugar las elecciones a la alcaldía le echó el cielo, está dispuesto a llenar de Vírgenes el municipio bajo su mando. Se habla ahora -El País Madrid del 10 de octubre- de lo que, al paso que van las cosas, distribuidas las imágenes por las calles, plazas y parques de Madrid, pueden llegar a ser más de las cien mil vírgenes de cuya existencia dudó Jardiel Poncela.Una, la más grande de todas esas imágenes, va a levantarse, por suscripción popular en toda España, en el mismísimo lugar del parque del Oeste donde hoy por hoy se ofrecen a compartir los pecados de la carne una multitud de hembras de virtud frágil. No sé cómo terminarán llamando los madrileños a la Virgen de ese lugar. Tampoco me importa cuál vaya a ser el nombre. Lo que yo deseo es que también a nosotros, los incrédulos, se nos permita elevar un monumento, y propongo que, en una suscripción nacional que abra mi admirado amigo Fernando Savater, coticemos para levantar en algún lugar de la villa y corte una estatua a Voltaire.-