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Mueren otras dos personas por el brote de neumonía de Alcalá

El brote de neumonía causado por la bacteria legionella se ha cobrado ya 14 vidas desde finales de agosto. Las dos últimas víctimas son un hombre de 71 años y una mujer de 41 que fallecieron ayer en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (166.925 habitantes). Estas dos muertes se producen después de que el comité de expertos que investiga el brote comunicase el viernes que éste "parece estar remitiendo", ya que los ingresos producidos desde el 14 al 17 de octubre de este año son prácticamente los mismos que los registrados el año pasado por estas fechas. Según el comunicado que difundió este comité, la cifra oficial de afectados asciende a 260, a la espera de que tras un estudio más minucioso se excluyan las neumonías que no fueron causadas por la legionella.El último parte médico del hospital, facilitado el jueves, registraba tres nuevos casos de neumonía, de los que dos precisaron ser ingresados. Este comunicado aseguraba que había 33 personas hospitalizadas.

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Los expertos en microbiología siguen investigando el brote de neumonía

VIENE DE LA PÁGINA 1

La mujer fallecida ayer, que tenía otras enfermedades graves que complicaron su estado, ingresó directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos el 13 de octubre. La familia ha autorizado la autopsia y el hospital enviará tejidos al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda, donde se sigue investigando el brote, para confirmar si la infección pulmonar que padecía fue causada por la enfermedad del legionario. La fallecida cumplía algunos de los criterios establecidos por el protocolo médico creado para identificar a los fallecidos por el brote de neumonía de Alcalá (BNA), pero no existía certeza absoluta de que perteneciese al mismo, según informaron fuentes del hospital.

El comité de expertos anunció el viernes que la legionella pneumophila subgrupo 1, subtipo Pontiac, había utilizado la red de abastecimiento de agua municipal como vehículo para llegar a seis refrigeradores de aire de Alcalá. Allí se daban las condiciones para que alcanzase la concentración necesaria para ser peligrosa. Esta bacteria vive en el agua y anida en lugares donde este líquido se estanca y la temperatura ronda entre los 20 y los 45 grados.

El contagio se produce por inhalación. Por ello es necesario que el agua contaminada se vaporice y pequeñas partículas de la misma se queden suspendidas en el aire. Ésta fue la labor de los seis refrigeradores, que la expulsaban a la calle a través de sus desagües. Una vez allí, el aire se encargaba de extenderla. La red por sí sola no hubiera podido causar el brote, ya que en sus tuberías no se da la temperatura apropiada para que la bacteria se reproduzca; además, es imprescindible que el agua se nebulice.

Desde 1973 y hasta que se detectó el caso de Alcalá de Henares se habían producido en España 10 brotes de neumonía por legionella, con un balance total de 496 afectados y 22 fallecidos. Hay casi un centenar de tipos de esta bacteria, y la encontrada en las seis torres de refrigeración mencionadas, situadas en el norte de Alcalá, donde residen la mayor parte de los afectados, es idéntica a la hallada en los pulmones de seis enfermos.

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