"El dinero, un elemento indispensable

A las denuncias republicanas sobre recaudaciones Ilegales, el Partido Demócrata contestó ayer en seguida recordando el caso de Simon Fireman, un ex vicepresidente del comité de fondos de la campaña de Bob Dole que fue condenado en Julio a seis meses de cárcel y una multa de seis millones de dólares por violaciones de las leyes de recaudación.Todo esto pone en evidencia algo que todo el mundo en este país reconoce como uno de los principales cánceres del sistema: el poderoso efecto del dinero en la política. Cuando llega el momento de una campaña electoral, el dinero se convierte en un elemento indispensable, y para conseguirlo, los partidos tienen que acudir a quien lo posee y aceptar sus condiciones.

"Cuando uno está en el trabajo de recaudar dinero, es tal la presión que existe encima que cuando ves un cheque de 50.000 dólares delante no te preguntas de dónde llegó ni por qué, sino que piensas que ya estás 6.350.000 pesetas más cerca de la meta que te han puesto", comenta un responsable de recaudación de fondos del Partido Republicano.

Los contribuyentes, en la mayoría de los casos, pagan tanto a demócratas como a republicanos, con el fin de asegurarse de que, gane quien gane, podrán utilizar su influencia en Washington. Incluso el ya famoso grupo de Lippo de Indonesia, propiedad de un amigo de Clinton, aportó también dinero a las campañas de congresistas republicanos, e incluso firmó un cheque de 1.000 dólares para la campaña presidencial de Bob Dole en 1988.

Kristin Demong, que trabajó en la recolección de dinero para la campaña de Michael Dukakis, asegura en una entrevista con The Washington Post que, aunque pueden cometerse errores, existen medios para asegurarse cuál es la procedencia de los fondos que se reciben, y cree que si los partidos no los utilizan es porque no quieren. Demong recuerda que, en su campaña, fueron devueltos decenas de miles de dólares de origen sospechoso. Dukakis, por cierto, perdió.