Los primeros en caer del sillón

En política nada es permanente, ni siquiera durante unos pocos meses. Desde que en junio de 1995 se formaron los nuevos gobiernos han cambiado muchas cosas. En noviembre de 1995, el alcalde de Nuevo Baztán (1.800 habitantes), Mariano del Castillo, del PP, desapareció de su Ayuntamiento. Como prueba dejó una carta en el registro municipal donde indicaba que había renunciado al cargo. Nunca explicó las razones.El PSOE lanzó en diciembre de 1995 un directo al mentón del PP en uno de sus enclaves históricos: Morata de Tajuña (5.330 habitantes). Con una moción de censura derribó al gobierno que formaba el PP con un grupo independiente. La toma de Morata tenía un importante valor político. Por primera vez en su historia, un político de izquierdas se sentaba en el sillón de mando de este pueblo.

La inestabilidad política de los municipios no depende siempre de las estrategias diseñadas desde Madrid. En Titulcia (900 habitantes), el cambio se produjo por un enfrentamiento personal entre el número uno y el número dos del Partido Popular. El primero gobernaba en coalición con dos ediles del PSOE. El número dos del PP no veía bien este acuerdo contra natura, por lo que se unió al PRIM (tres ediles) y pusieron una moción de censura.

El pasado marzo, el PSOE (cuatro concejales) decidió arrebatar al PP (dos ediles) y a los independientes (tres concejales) la alcaldía de Arroyomolinos (2.200 habitantes). Para lograrlo llegaron a un acuerdo con uno de los concejales independientes del hasta entonces equipo de gobierno. Y no era otro que el alcalde al que iban a derribar.

El agosto pasado, el PSOE arrebató al PP la alcaldía de Valdemorillo (3.900 habitantes). Para conseguirlo, el que hasta entonces era su alcalde, Mariano Gamella, tuvo que ser inhabilitado por los jueces. ¿La razón? En la anterior legislatura se negó a abandonar el sillón cuando la oposición le interpuso una moción de censura.