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CAMBIOS EN EL SECTOR ELÉCTRICO

El constructor de la red

Miguel Ángel Noceda

Todas las actuaciones de ENDESA en los últimos 13 años tienen un elemento común. Se trata de Feliciano Fuster, un empresario balear que ahora rebasa los 70 años y que preside la empresa desde que llegaron los socialistas al Gobierno. El es el constructor de esta trama como lo fue de todas las anteriores, con la habilidad con la que se ha movido con todos los ministros de Industria y con los dos Gobiernos. Con el último, además, ha podido convencer de sus teorías al ministro Josep Piqué, a pesar de que ambos tuvieran un fuerte enfrentamiento sobre el futuro de ENDESA.Han pasado 12 años desde que -el Gobierno socialista ordenara, dentro del Plan Energético Nacional (PEN), el intercambio de activos entre las empresas eléctricas. Fue el primer gran cambio en un sector acostumbrado a mandar y poco dado a modificaciones por muy leves que fueran. Aquello significó una auténtica revolución, sobre todo porque el intercambio de activos iba acompañado con la paralización de la construcción de plantas nucleares, algunas de las cuales ya estaban en marcha.

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Desde entonces, el sector eléctrico no ha parado. Y en particular, el grupo eléctrico ENDESA, que era una empresa meramente generadora de electricidad que suministraba al resto de las compañías.

Cualquier actuación de la entidad, dirigida siempre desde el Ministerio de Industria, provocó siempre airadas reacciones entre los equipos directivos de las empresas privadas y entre sus principales accionistas, los bancos, que tradicionalmente controlaban las eléctricas con una participación que raramente superaba el 10% del capital. Su primera operación fue en Eléctricas Reunidas de Zaragoza (ERZ). La entrada provocó la primera gran crisis, con la dimisión del entonces presidente, Luis Coronel de Palma.

Pocos años después, y tras la crisis financiera de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) que estuvo a punto de hacerla quebrar, ENDESA fue copando el capital de esa empresa hasta alcanzar el 49% que tiene actualmente. El interés por FECSA estaba razonado por controlar el mercado catalán, en donde ya estaba presente a través de Enher. La compra más reciente de Hidruña acabó por convertir a ENDESA en dueña y señora de Cataluña.

Fue el desembarco en Sevillana el que más desaires provocó. Esta empresa, controlada por el BBV, se encontró con que ENDESA había adquirido el 24% de la entidad. Tras intentar defenderse del asedio sin ningún éxito, no tuvo más remedio que aceptar las condiciones del grupo público, que como detalle dejaron al antiguo equipo al frente. Posteriormente elevaría su posición hasta el 40% actual. Ningún dirigente de la Junta de Andalucía, siempre socialista, había protestado por el aterrizaje de ENDESA tanto como lo ha hecho ahora Manuel Chaves.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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