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¿Quién y por qué mató al piloto de la avioneta?

Misteriosa muerte de los cuatro ocupantes de un aparato que se estrelló en Alemania

La policía criminal de Hannover, la capital del estado de Baja Sajonia, en el norte de Alemania, se encuentra ante un enigma digno del mismísimo Hércules Poirot, el detective creado por la maestra del género Agatha Christie. El pasado domingo, una avioneta con cuatro personas a bordo se estrelló poco antes de aterrizar en Hildesheim, unos 40 kilómetros al sur de Hannover.Todo parecía un accidente normal de aviación, pero en el cadáver del piloto se encontraron dos impactos de bala que le causaron la muerte, antes de estrellarse el. aparato. Todo parece indicar que el piloto murió por los disparos de alguno de los otros tres viajeros. Todos murieron.

Los cuatro negritos eran cuarentones, con dinero y bien situados. El domingo regresaban a casa, tras haber pasado el fin de semana en la isla de SyIt, situada en el mar del Norte y punto de encuentro de los alemanes ricos y famosos. El piloto, Hans-Peter Schiffmann, de 47 años, hijo de un conocido médico, administraba un buen número de casas heredadas y había sacado el título de piloto, que le permitía organizar vuelos charter con su Beechkraft Be 35.

Casado y con una hija de 16 años, vivía Schiffmann separado de su esposa y mantenía una relación con Sabine Reineke, una rubia de 41 años, gerente de una empresa de ordenadores, en la que había hecho carrera hasta llegar a ser copropietaria. Para pagar sus estudios de maestra, Sabine trabajó en la empresa y ascendió a lo más alto. Los otros dos negritos eran el agente de seguros de 43 años Rainer Binnewies y la morena Ulrike Diesing, una maestra de una escuela de formación profesional de 41 años, también hija de un médico.

El descubrimiento de los balazos obligó a la policía a cerrar la zona del accidente para encontrar el arma homicida, una pistola Walther PPK del calibre 7,65, que apareció entre los restos de la avioneta con el cañón doblado, como consecuencia del choque. La pistola pertenecía al agente de seguros, que tenía licencia de armas.

Según la descripción del accidente, el piloto ya había comunicado a la torre su intención de aterrizar en Hildesheim cuando la avioneta se encabritó y voló hacia arriba, hasta que se desprendieron las alas y se estrelló contra el suelo.

La policía constató que las dos mujeres ocupaban los asientos de atrás y el cuerpo del agente de seguros, que iba sentado al lado del piloto, también presentaba la huella de un disparo.

Todo parece indicar que en el interior de la avioneta se desarrolló un drama pasional. El sensacionalista Bild Zeitung titula: Asesinato en el avión. El piloto entre dos mujeres. ¿Disparó ella o ella? Y publicaba las fotos de las dos mujeres, una morena y una rubia.

El periódico local Hannoversche AlIgemeine Zeitung informó de que entre el piloto y su novia se había producido una violenta discusión en SyIt, motivada por los celos. Bild aseguraba en primera página que el piloto había abandonado a su esposa por la rubia Sabine, pero añadía que en los últimos tiempos se le veía con frecuencia con la morena Ulrike.

El socio de Sabine en la empresa de 35 empleados la conoce desde hace 19 años y se resiste a creer que ella haya disparado. La esposa del piloto, Petra, de 38 años, de quien vivía separado, pero mantenían una buena relación e incluso habían pasado juntos las vacaciones este año con la hija común, declaró que su marido tenía una especie de ligue con Sabine: "Con Binnewies y Ulrike formaban parte de un pandilla que se reunía desde hace año y medio. Es cierto que Sabine se interesaba por mi marido". Añade Petra que su marido no habría consentido que alguien subiera con una pistola al avión.

La policía cree que una de las tres personas muertas, casi con seguridad una de las dos mujeres, efectuó los disparos y ha rechazado la versión de que un paracaidista se lanzó desde el avión antes de su caída en picado. Un testigo afirmó haber visto al paracaidista.

Las pruebas sobre los restos de pólvora en los cadáveres conseguirán tal vez revelar el misterio, pero los resultados se demorarán varios días, debido al deterioro sufrido por los cuerpos.

Si el laboratorio no da la solución, no quedará más remedio que recurrir a Hércules Poirot. Más difícil era el caso de los 10 negritos y lo resolvió.

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