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ELECCIONES 1996

Dole, dispuesto a jugarse el todo por el todo, en California

Antonio Caño

Cuando la última encuesta llegó la semana pasada al cuartel general de Bob Dole con datos de que la ventaja de Bill Clinton en California había descendido de 22 puntos a 10, una pregunta evidente surgió entre los responsables de la campana: ¿Por qué seguir gastando tiempo y dinero en New Jersey, Ohio o Michigan si en California se pueden ganar tantos votos como en esos tres Estados juntos? Desde entonces, el candidato republicano decidió volver a presentar batalla en un terreno que hasta hace poco daba completamente por perdido, con lo que California puede convertirse a partir de ahora, en la clave de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

"Mi consejo al senador Dole es venir a California e invertir recursos aquí, porque, francamente, California ofrece mucha más tierra fértil que casi ningún otro lugar en este país", asegura el gobernador republicano del Estado, Pete Wilson.Wilson, que ganó las elecciones en 1990 después de superar una desventaja de más de 20 puntos, cree que en California existe mayor número de electores indecisos que en ningún otro punto de la nación, y considera que Dole está todavía aún a tiempo de ganar esos votos para la causa republicana.

Californía tiene una quinta parte de los votos electorales que se necesitan para ser presidente de Estados Unidos. Con una victoria aquí, Dole podría perder otros Estados aún indecisos y ganar, pese a todo, las elecciones. En el caso de ser derrotado en California, el candidato republicano estaría obligado a conquistar prácticamente toda la región del Medio Oeste y el Sur, además de Tejas y Florida.

El riesgo, por supuesto, es apostar por California y perderlo todo en la jugada. Ronald Reagan ganó siempre las elecciones en California, que perdió su tradición republicana al votar por el demócrata Bill Clinton en 1992.

Desde entonces, consciente de la trascendencia de este Estado, Clinton ha visitado California como presidente 27 veces, y ha convertido a California en el símbolo de la recuperación económica conseguida por su Administración.

Espectáculo y tecnología

Duramente castigada por las catástrofes naturales y por la crisis de finales de los años ochenta, que afectó gravemente a la industria aeroespacial, California ha experimentado un crecimiento superior al promedio nacional en los dos últimos años, favorecido en parte por el tirón de las industrias del espectáculo y de alta tecnología.La campaña de Dole cree haber encontrado, sin embargo, agujeros por los que criticar la política de la Administración demócrata en California. Uno de ellos es el de la industria militar, muy importante en el sur del Estado. En el primer debate presidencial, en Hartford, Robert Dole criticó la reducción de inversiones públicas en ese área y prometió aumentarlas bajo su Administración.

El segundo blanco de las críticas de Dole es el de la política sobre inmigración. "Clinton viene a San Diego a defender su gestión. Pero su gestión es el fracaso a la hora de ayudar a California a hacer frente a la inmigración ilegal. Sin ninguna exageración, se puede llamar a esto una crisis", dijo el candidato republicano en un discurso.

El tercer foco de la política republicana es el de la discriminación positiva, lo que en inglés se conoce como affirmative action. El próximo 5 de noviembre los californianos votarán también por una ley, llamada Proposición 209, que prohibe tomar en consideración preferencias de sexo o raza en el acceso a los servicios públicos. "Es un intento de proteger al hombre blanco", explica el diario San Diego Union-Tribune. Bob Dole ha respaldado esa propuesta en un Estado, símbolo de las oportunidades, que se ha convertido también en vanguardia de la lucha contra la política de affirmative action.

Díficil victoria

Pese a todos esos argumentos, hasta los propios, colaboradores de la campaña de Dole reconocen que la victoria en California es un objetivo tan deseable como difícil. Mervin Field, el autor de la encuesta que decidió la estrategia de Dole en California, advierte que "de acuerdo con los números de lo que ahora se dispone, es difícil imaginar cómo puede ganar Dole". Field ha explicado que el apoyo a Clinton se ha mantenido de forma sólida por varios meses, y que la reducción de su diferencia con Dole se debe, únicamente, a que la encuesta anterior había sido hecha a los pocos días de la convención demócrata.

Los asesores de Dole creen que, en todo caso, la campaña aquí tiene un mayor eco en el resto del país que las actividades que ocurran en Míchigan, por ejemplo. Un pequeño avance en California, donde existe mucha más atención por parte de los medios de comunicación, tiene un efecto multiplicador en otros Estados, y puede servir, al menos, para que la derrota no sea tan escandalosa.

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