Serra recibe el apoyo del vicepresidente Rato al día siguiente de ser desautorizado por Cascos

Los dos vicepresidentes del Gobierno se reparten los papeles. El lunes, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, recibió una desautorización en toda la re la del número dos del Ejecutivo, Francisco Álvarez Cascos, por su resistencia a entregar los papeles del Cesid sobre la guerra sucia aunque mediara una sentencia del Supremo. Sólo 24 horas más tarde, el número tres del Gabinete, Rodrigo Rato, salió a la palestra con una buena dosis de bálsamo para Serra, de quien dijo que "está haciendo muy bien su trabajo". Rato afirmó que mantener en secreto los documentos fue una decisión difícil, pero imprescindible "para que los ciudadanos no estén crispados unos con otros". Otra cosa hubiera sido un gravísimo, error", añadió.

Los documentos del Cesid "afectaban políticamente" al Gobierno del PSOE, afirmó Rato en declaraciones a la cadena COPE. Sobre una hipotética dimisión de Seria al verse aislado en el Gobierno, el vicepresidente dijo: "Estuve con él el sábado [en los actos de la fiesta nacional] y no tengo la menor noticia ni tengo esa impresión".Rato expresó su confianza en que los españoles comprendan "a medio plazo" la no desclasificación de los papeles, aunque reconoció que se trata de una decisión que ha disgustado al electorado del PP, de la que el Ejecutivo no sólo no se arrepiente sino que volvería a adoptarla.

"Probablemente es la decisión más difícil que vamos -a tener que tomar, la menos popular y la que más problemas políticos nos va a acarrear", dijo Rato. "Hubiera sido muy difícil la desclasificación, aparte de otras implicaciones que tienen estos papeles desde el punto de vista del funcionamiento de los servicios secretos", añadió.

Rato centró sus declaraciones de apoyo a Serra en la decisión de mantener secretos los papeles del Cesid, pero evitó pronunciarse sobre la posibilidad planteada por el ministro de Defensa de acogerse al artículo 105 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción de lo Contencioso-administrativo, de 1956, para no entregar los documentos aunque lo sentencie el Supremo. Este planteamiento de Serra provocó un gran malestar en La Moncloa y obligó a Álvarez Cascos y al ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, a reiterar que en ningún caso incumplirán la sentencia del Supremo.

"Una suma de ministros"

Desde la oposición, Rosa Aguilar IU-IC) calificó de "barbaridad" que un ministro diga "que hay que incumplir la ley y la Constitución". Y añadió: "Cada miembro del Gobierno piensa una cosa diferente, y no tenemos un Gobierno, sino la suma de unos ministros presididos por Aznar".El socialista extremeño Juán Carlos Rodríguez Ibarra expresó en Radio Nacional su convencimiento de que los documentos secretos no contienen ningún indicio de delitos, ya que, en caso contrario, Aznar sería un encubridor por no haberlo puesto en conocimiento de la Justicia. Otros dos dirigentes socialistas se pronunciaron sobre el asunto. En declaraciones a Antena 3 Televisión, el ex ministro Alfredo Pérez Rubalcaba rechazó la hipótesis de que los documentos del Cesid sigan siendo secretos como medida de protección de los anteriores Gobiernos, por lo que reiteró su demanda de que el Ejecutivo explique las verdaderas razones de su decisión.

El ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, declaró a la misma emisora televisiva: "Si los jueces tienen capacidad para torcerle la mano al Gobierno, entramos en una dinámica imposible".