Pujol afirma que el pacto con Aznar es mejor que el que firmó con González

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, trató ayer de distanciarse de la interpretación de que CiU ha pactado con el PP por coincidencias ideológicas. En el discurso con que abrió el anual debate sobre política general, Pujol puso en el mismo plano del interés político del nacionalismo el pacto con el PSOE (1993-1995) y el inaugurado este año con el PP, si bien señaló que el acuerdo con José María Aznar e "más bueno" que el alcanzado en su día con Felipe González, aun que hay que esperar a que se cumpla, precisó. De todas formas, el pacto con el PSOE lo calificó de positivo.Pujol anunció un presupuesto de la Generalitat para 1997 restrictivo, pero aseguró que su Gobierno no va a caer en políticas ultraliberales y seguirá interviniendo como "motor" económico y social, si bien invitó a la sociedad civil a que tome iniciativas y emprenda actividades que antes asumía la Administración

Pacto fiscal

De su polémica propuesta de obtener para Cataluña en el aña 2001 un pacto fiscal con el Gobierno central, con características similares al concierto vasco no dijo ayer ni una palabra. Pujol hablaba ayer como presidente de la Generalitat respetuoso y leal con el pacto de financiación por cinco años suscrito con el PP. El pasado día 8, cuando lanzó en público la idea del pacto fiscal, hablaba como presidente de Convergència, en un acto enmarcado en el proceso precongresual de su partido y por tanto con un discurso para consumo interno, dirigido a una militancia ávida de nuevos horizontes nacionalistas.No sólo el pacto con el PP es bueno; era inevitable, argumentó Pujol. Si en 1993 sólo el PSOE podía gobernar con ayudas externas, tras las elecciones del 3 de marzo lo mismo ocurría con el PP. En uno y otro caso, agregó CiU no se ha movido de su proyecto político. Pujol aseguró que procurará actuar "con el mismo sentido de la responsabilidad, seriedad y lealtad" que intentaron aplicar con los socialistas.

Pujol no se refirió en ningún momento a las elecciones autonómicas de noviembre pasado en las que perdió la mayoría absoluta. Sí se refirió, sin embargo a las elecciones legislativas de marzo pasado y a los pactos con el PP, aunque fuera para defenderse de quienes le acusan de volcarse en la política española y desatender la catalana.

Con respecto al presupuesto catalán para 1997, el presidente de la Generalitat adelantó que se elaborará con el objetivo de cumplir la cifra de déficit que marcan los criterios de convergencia europea: 28.000 millones Para 1996 el déficit permitido la Generalitat es de 46.000 millones. A 30 de junio, reconoció Pujol, el déficit era de 59.000 millones, pero aseguró que a finales de año se podrá cumplir el objetivo antes mencionado. Pujol garantizó que la política de recorte no afectará esencialmente al gasto social.