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Haider convierte a la extrema derecha austriaca en la más fuerte de Europa

El líder ultraderechista austriaco, Joerg Haider, espera conquistar la jefatura del Gobierno de Austria antes del año 2000. Tras el doble triunfo en las elecciones al Parlamento Europeo y en las municipales de Viena, el nacionalista Partido Liberal (FPOE) se ha colocado, con un 28% de votos, casi a la altura de los partidos de la coalición gubernamental austriaca -el socialdemócrata del jefe de Gobierno, Franz Vranitzky, y el popular del número dos y ministro de Exteriores, Woligang Schuessel-, convirtiéndose en el movimiento de extrema derecha más fuerte de Europa.

El incremento de un 6% de votos para los nacionalistas superó todas las expectativas. Haider subrayó este avance: "Sólo esperábamos un 22%. Hace 10 años éramos un partido minoritario, con un 5%; ahora somos un gran movimiento de trabajadores. Hemos ganado popularidad en las elecciones de Viena concentrándonos en barrios obreros antes dominados por los socialdemócratas".Haider logró un récord histórico en unas elecciones de ámbito nacional. Su partido fue, por vez primera, el más votado en tres Estados federados -Salzburgo, Carintia y Tirol-, así como en cinco de las nueve capitales federales. Con el 28% de los votos en las elecciones europeas, Haider pisó los talones a los socialdemócratas de Vranitzky -que lograron un 29,6%- y a los populares, sus socios en la coalición de Gobierno, que obtuvieron un 29,3%.

"Si seguimos por este camino pronto seremos los herederos del Partido Socialdemócrata", afirmó el portavoz del partido de Haider, Peter Westenthaler. Hace 10 años, Haider asumió el liderazgo del Partido Liberal Austriaco, lo transformó paulatinamente en un frente populista de derechas y lo alejó de la línea liberal. Mantiene todavía el nombre de liberales, pero está excluido de la Organización Internacional Liberal. Por ello, no puede tener mucho peso en el Parlamento de Estrasburgo.

Con creciente apoyo de la población austriaca, Haider mantiene desde un principio su línea contraria a la Unión Europea. Exige que Austria vuelva a negociar su adhesión a la UE con el fin de reducir las contribuciones a Bruselas y propone la convocatoria de un referéndum sobre el ingreso en la Unión Monetaria. Según el líder ultraderechista austriaco, la política acordada en el Tratado de Maastricht pone en peligro la identidad nacional. Dice que su ideal es una Europa de naciones federales.

También en política interna, Haider sabe sacar partido al miedo de la población austriaca a perder su identidad. No abandona su proyecto de un referéndum para que los austriacos decidan si desean o no la presencia de extranjeros en su país.

Más de una vez se han registrado en las filas del Partido Liberal miembros de movimientos neonazis y profanadores de cementerios judíos. El año pasado, Haider elogió a los veteranos del Ejército de las SS de Hitler, al calificarlos de "decentes". En otra ocasión, elogió ante el Parlamento la política laboral de los nazis.

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Los dos partidos del Gobierno, así como la oposición verdeliberal, descartan cualquier posibilidad de pactar con el partido de Haider porque le consideran un defensor del totalitarismo que pone en peligro la estabilidad de la democracia.

Si Haider llega al poder, "Austria será ante todo un Estado con menos gravámenes riscales para todos los ciudadanos", predica el líder ultraderechista para conquistar las simpatías de la población, que en estos momentos está viviendo el desmoronamiento de su avanzado sistema social a raíz de los recortes de gastos públicos que ha impuesto el Gobierno para ajustar la economía del país a las exigencias del tratado de Maastricht.

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