Piedras preciosas

El ser humano es bello por naturaleza. Pero despiadado por humanidad.Pero entre ese carbón negro hay también piedras preciosas. Las hay de diferentes tamaños y clases. Incluso hay también lastres de plomo, hierro y acero.

Una piedra preciosa es la esmeralda. Ésa la tenemos todos, viene

a ser la esperanza. Hay brillantes, topacios, diamantes.... amor, amistad, solidaridad...

Lo malo es que hay gente que no entiende de joyas, y para ellos el carbón es un buen negocio. Algunos de estos tullidos íntegros cargan también con un pesado lastre de plomo de egoísmo y avaricia; con pesados bloques de acero de crimen y muerte. Y los últimos

cargan con toneladas de hierro de indiferencia, incomprensión y pasividad.

Hay también ciegos que no ven las piedras. Tímidos que las ocultan. Egocéntricos que piensan que ellos son las más valiosas. Incultos que les cambian el nombre. Déspotas que comercian con ellas. Materialistas que las aseguran. Brutos que las rompen. Estúpidos que las regalan. Aprovechados que venden carbón pintado a los que dependen de la televisión. Buenoides que las sacan brillo. Y gente que intenta no mancharlas.

Entre todos ellos se mueve tanta riqueza que, si no la enterraran bajo carbón, plomo, hierro y acero, todos podríamos mostrar collares, anillos y pulseras sin miedo a que nos los robasen o a que una bomba los convirtiera en una tenue lluvia dorada- .