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El borrador sobre farmacias prima a los boticarios instalados frente a los parados

Vicente G. Olaya

Los parados seguirán sin poder abrir una farmacia si el Gobierno regional aprueba el tercer borrador del decreto sobre este tipo de establecimientos que la Consejería de Sanidad ha preparado. El documento prima a los farmacéuticos con botica sobre los parados a la hora de abrir un nuevo establecimiento. Según el borrador, -que desarrolla el Real Decreto 11/1996, de 17 de junio- ejercer como farmacéutico titular, adjunto, sustituto o regente en los últimos 10 años puntúa con 10 puntos.Sin embargo, tener toda la carrera plagada de matrículas de honor sólo proporciona cuatro puntos. Como las farmacias se otorgan a las personas que las soliciten en función de la puntuación que logren, se puede dar el caso de que un titular de farmacia que jamás vaya por su establecimiento porque tenga un adjunto al frente del negocio le quitaría siempre la farmacia a un licenciado que jamás haya podido ejercer a pesar de que su currículo sea el mejor imaginable (4 puntos por 25 matrículas de honor), sea farmacéutico especialista en farmacia hospitalaria (3 puntos), haya publicado 10 trabajos científicos reconocidos internacionalmente sobre los productos farmacéuticos (1 punto), sea doctor honoris causa (1 punto) y haya realizado un curso de formación universitario de 500 horas (0,7 puntos). En total 9,7 puntos.

El farmacéutico con botica tendría un mínimo de 10 puntos por el hecho de tener botica abierta durante los últimos diez años.

A esta puntuación habría que añadir la que obtiene por ser un licenciado con todas las asignaturas aprobadas por los pelos (1 punto más). En total, 11 puntos.

El borrador afirma curiosamente que "en caso de igualdad tendrá prioridad el farmacéutico que no tenga oficina de farmacia".

La única diferencia respecto al baremo anterior consiste en que antes los ya instalados recibían entre 0,5 y 2,5 puntos por cada año en que tuvieran farmacia (dependiendo del número de habitantes de la localidad en que se enclavara, de modo que Madrid da 0,5, y un pueblo de 3.000 habitantes, 2,5 puntos); y ahora se recibe un punto por año, hasta un máximo de 10.

Los doctores en farmacia que ahora reciben un punto con la anterior legislación obtenían tres.

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La 'rueda'

Los farmacéuticos en paro ven bloqueada su mejor vía de acceso a la profesión

El borrador fija un periodo de carencia de cinco años a los que pidan y consigan una farmacia. Durante un lustro no podrán exigir otra, igual que en la anterior legislación.Este borrador intenta evitar un oscuro sistema de bloqueo de farmacias empleado por algunos boticarios para evitar la competencia de nuevos establecimientos cercanos a los suyos, es la denominada rueda. El sistema consiste en lo siguiente: un grupo de boticarios con botica -y por tanto con muchos puntos cada uno- presentan sus solicitudes cuando se enteran que un licenciado ajeno al grupo intenta abrir un establecimiento. Como tienen muchos puntos, logran la farmacia, pero conforme se les adjudica el permiso de apertura, van renunciando sucesivamente a ella. De esta manera, bloquean la apertura durante años, hasta que el que de verdad la quiere se aburre y se marcha. El borrador para evitar estas prácticas señala: "No podrán participar en el procedimiento para la autorización de una nueva oficina de farmacia los farmacéuticos que sean titulares de una oficina de farmacia en la misma zona farmacéutica para la que solicite la nueva instalación". No obstante, los redactores no han tenido en cuenta que los compinchados no tienen porqué tener sus farmacias en la zona. El borrador señala también que "los méritos acreditados que hayan servido para la apertura de una oficina de farmacia no podrán ser valorados en ningún otro procedimiento con el mismo fin". Hasta que pasen cinco años.

El decreto permite por primera vez iniciar el procedimiento de autorización de nuevas farmacias a instancia de los Ayuntamientos. Y quita al Colegio de Farmacéuticos las competencias para tramitar y resolver los expedientes, que ahora recaerán sobre la Dirección regional de Salud. Aunque nada impide que este organismo delegue posteriormente sus competencias de nuevo en el colegio oficial.

Por primera vez, los adjudictarios de las autorizaciones tendrán que depositar una fianza en metálico por valor de 500.000 pesetas. Si en quince días el licenciado no deposita la fianza, se entenderá que ha renunciado a la licencia.

El Colegio de Farmacéuticos de Madrid emitirá un comunicado sobre este asunto. Un portavoz dejó entrever que el colegio no se muestra conforme con el borrador. Por su parte, la Comunidad de Madrid rechazó hacer declaraciones.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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