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Reportaje:

Dos 'patatas calientes' llamadas Gómez de Liaño" y Sitges

El 'caso Banesto' se acerca mañana, lunes, a su prueba de fuego en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional

El derecho procesal ha querido que sea la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, sección segunda, la encargada, mañana lunes 14 de octubre, de decidir sobre la inculpación en el caso Banesto de dos personas con apellidos intranquilizadores: Mariano Gómez de Liaño, abogado, socio y administrador de Mario Conde, y Francisco Javier Sitges, socio de Conde, ex presidente de Asturiana del Zinc y que se presenta, siempre, como "el amigo del Rey", en referencia a Su Majestad el rey Juan Carlos I. La lista de personas para incorporar, según proponen varias partes personadas, supera a los dos mencionados. Entre los intranquilizadores también cabe mencionar al financiero Jacques Hachuel, renegado de la banda de Conde por diferencias en el reparto del botín. Es, también, especialista en acumular informaciones comprometedoras sobre el personal de éste y quizá de otros países. La pesadilla que mañana puede conocer un desenlace o final para Gómez de Liaño y para Sitges comenzó el 6 de febrero de 1996, en la ciudad suiza de Lausana, en el cantón de Vaud. Esa mañana, el abogado Paolo Gallone se acogió a un interesante artículo, el número 305 del Código Penal suizo, para declarar ante los jueces Jacques Antenen y Manuel García-Castellón, el fiscal Florentino Orti y el letrado José Antonio Jiménez, en representación de Banesto.El punto 1º del citado artículo dice: "Aquél que en el ejercicio de su profesión ha aceptado guardar en depósito o ha ayudado a colocar o a transferir valores patrimoniales pertenecientes a un tercero y que ha omitido verificar el beneficiario con la vigilancia que requieren las circunstancias, será castigado con prisión de un año o más, arrestos o multas pecuniarias".

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El punto 2º añade: "Las personas implicadas en el punto 1º' tienen el derecho de comunicar a las autoridades penales suizas, y a las autoridades federales establecidas por la ley, los indicios que fundamentan la sospecha de que los valores patrimoniales provienen de un delito". Gallone, en posesión, pues, de esos "indicios", declaró que Gómez de Liaño y Sitges le habían contratado para crear tres sociedades suizas: Kaneko, Asni y Jamuna. También le ficharon para que actuara como administrador de las mismas. Y que, después de ser creadas, Mario Conde le visitó en Lausana para proponerle crear una sociedad a fin de canalizar su patrimonio privado en el exterior y para que él fuera el administrador.

Así, Conde se quedó formalmente con Kaneko y lavó dinero que tenía fuera, esto es, lo envió a España, para invertir en su propia sociedad Asebur Inversiones simulando que Kaneko era una persona jurídica ajena a sus intereses. A su vez, Gómez de Liaño y Sitges utilizaron Asni Investments para participar en una operación de venta de la sociedad Promociones Hoteleras (propietaria de un palacete en la madrileña calle de Fernando el Santo números 12 y 14) a la Corporación Industrial Banesto, obteniendo en 1991 una plusvalía de 845,5 millones de pesetas. También Jamuna fue utilizada en la operación Isolux. Tanto una como otra han sido calificadas como estafas en el auto de apertura de juicio oral, dictado por el juez García-Castellón el pasado 27 de mayo. Si los presuntos estafadores son Conde, Romaní, y Eugenio Martínez Jiménez, según el auto del juez, ¿qué decir de Gómez de Liaño de Sitges, que se llevaron a Suiza una parte del dinero?.

Cuando Banesto propuso en su escrito de acusación, en mayo pasado, abrir juicio oral contra Gómez de Liaño y Sitges, previa citación a declarar como inculpados, el juez consideró que no era el momento procesal, arguyendo que no se había solicitado su comparecencia como inculpados. El hecho de que la comisión rogatoria en la que había declarado Gallone tampoco estaba disponible, pendiente de un recurso, reforzó la posición del juez para desestimar la petición. Banesto recurrió en reforma y más tarde elevó a la sala un recurso de apelación.

La comisión rogatoria, finalmente, fue enviada el pasado 25 de septiembre por la Oficina Federal de Policía de Berna, pero según el ministerio de Justicia español aún no ha sido recibida. Por ello, Banesto al no poder hacer uso de la declaración de Gallone pidió un aplazamiento de la vista. La sección segunda rechazó el pasado viernes la suspensión y convocó para mañana lunes.

Fuentes solventes aseguran que los tres Magistrados de la sección segunda (José Antonio Jiménez-Alfaro, Jorge Campos y José Ricardo de Prada) son reacios a ampliar las inculpaciones en el caso Banesto. Y, además, basta darse una vuelta por los pasillos de la Audiencia Nacional para advertir la mezcla de temor y crispación que producen los nombres de Gómez de Liaño y Sitges.

La sala tiene varias opciones. Rechazar nuevas inculpaciones y así quitarse las dos patatas calientes de la mano. Pero será una jugada muy evidente. Una opción razonablemente jurídica sería considerar que al no llegar la comisión rogatoria al Ministerio de Justicia, el punto referido a la inculpación de Gómez de Liaño y Sitges debería aplazarse. Porque los papeles han salido de Suiza el 25 de septiembre. De eso ya hay constancia. Si optan por rechazar todas las inculpaciones, sin matizar, habrán hecho patente su deseo de pasar página.

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