El secreto de 'Independence day'

Lo confieso, he visto Independence day, ese producto maltratado por la crítica y creado por Ronald Emmerich. ¿Pero cuál es el secreto de su éxito? ¿Qué filón ha descubierto este cineasta alemán para complacer a un público tan variado como el estadounidense? Pues que, en un ejercicio de malabarismo de guión, satisface a la práctica totalidad de grupos existentes. Y si no lo creen lean Razas.Los héroes son tres, a cual más arrojado: el presidente, blanco y Wasp; el piloto graciosillo, negro of course, y el científico listo, cómo no de origen judío (poderoso lobby). En política da gusto a todos, el presidente es un remedo de Bill Clinton (gozo demócrata), aunque ex militar (clamor republicano). Puesto que Hillary Clinton no cae bien a muchos votantes republicanos, matan a la mujer del presidente, sospechosamente muy parecida y con los mismos modelitos que Hillary, e incluso los fanáticos antigobierno tienen un momento de gloria al arrasar los marcianos todo Washington, Casa Blanca inclusive.

Lucha de sexos: las mujeres ocupan altos cargos en la Administración, aunque no hay ninguna piloto o soldado, adoptando un rol de heroicidad pasiva, de pendencia y sumisión a sus hombres, los cuales, evidentemente, retornan. victoriosos (para satisfacción machista). La religión más representada es la judaica, ya que el padre del héroe acaba efectuando rezos y proselitismo con espontáneos en medio del fragor marciano, aunque el presidente tiene una foto suya con el Papa y se produce una boda pro testante (así que todos tan con tentos).Veteranos: sin duda, los más satisfechos por partida triple; los de la Segunda Guerra Mundial tienen al amigo del presidente; los de Vietnam, a un alcohólico-abducido y redimido por el patriotismo, y los de la guerra del Golfo, al mismísimo boss. En las filas alternativas figura un científico hippy, un héroe reciciador y muy puesto en agujeros de ozono. También aparecen- jubilados, jóvenes grunge, orientales moda Mao, israelíes, iraquíes buenos (para venderse bien en el mundo árabe, que también tienen derecho), hablan de Elvis (dos veces, pero afortunadamente no resucita), beben una conocida marca de refrescos, se inicia un amor interracial, llevan gafas y, para satisfacción de fumadores e industrias tabaqueras, los protagonistas se fuman al final un par de puros. ¿Ven como es cierto? Desgraciadamente, se ha descuidado a los alopécicos, obesos, pieles rojas, sectarios, y hamburguesas... Pero seguro que los tienen en cartera.- .