Problemas de la modernidad
Valdeavero, se pregunta qué hacer con su "horrible" centro cultural
Valdeavero (550 habitantes) tiene un gran prolema: su centro cultural. "No sabemos qué hacer con él", dice el alcalde, Juan Félix Sanz, del PP. 'Lo inauguraremos en diciembre, pero antes tendremos que cambiarlo un poquito, porque tal y como está es un problema", añade. El problema surgió hace tres años, cuando Valdeavero reclamó a la Comunidad -entonces en manos socialistas- el asfaltado de las calles. "Nos dijeron que para eso no nos daban dinero, sino para un centro cultural que valía 45 millones, Antes que quedarnos sin nada, les dijimos que sí. Y al poco tiempo nos trajeron la maqueta. No parecía muy feo, aunque algo raro sí que resultaba. Al poco tiempo comenzaron las obras. Y un buen día lo terminaron. Nos echamos las manos a la cabeza. ¡Era horrible! Ya le llaman El Palomar. Pero, bueno, como ya estaba hecho...", relata el regidor.Y vinieron las primeras lluvias. En ese momento, el vecindario descubrió que el agua no caía por los canalones del tejado hacia la calle, sino que se colaba al interior por las cristaleras mal selladas y por el propio tejado. "El agua pasa por tuberías del tejado a un pozo interior, donde hay una boya que cuando alcanza un nivel pone en marcha un motor que saca el agua a la calle. El problema es que, cuando se va la luz, el sistema no funciona y todo se inunda. Al final, nos lo hemos cargado y hemos puesto canalones. Pero eso no es lo peor los servicios están en el sótano, y aquí la gente es muy mayor para subir y bajar escaleras. Luego está lo del tablón en mitad del salón de actos, que reduce la capacidad de la sala a la mitad. Lo quitaremos", continúa Sanz.
'Lo de la biblioteca sin puerta también lo arreglaremos, porque la Comunidad no se dio cuenta que para leer hace falta silencio". 'Lo que no sabemos cómo va a acabar es lo del calor. Como estos días ha hecho un poco de sol, y el edificio es todo de cristal, hemos tenido que desenrollar las persianas, pero son horribles. Las quitaremos. Como el edificio no tiene aire acondicionado, y en su interior el sol pega de lo lindo porque es todo de cristal, estamos un poco asustados para cuando llegue el verano. Dice el arquitecto que el edificio cuenta con un sistema de refrigeración. Consiste en abrir los cristales de la parte baja y los de la última planta. Dicen que así circulará el aire. Pero no sé; como sea como lo del sistema de expulsión de agua, aquí va a pasar algo", sonríe el alcalde.
Por su parte, Alejandro Sanz, director general de Administración Local, responde: "Reconozco que el centro tampoco es de mi gusto, pero así es la arquitectura moderna. Además, el Ayuntamiento dio su visto bueno a la obra en su momento. De todas formas, ya hemos aprobado nuevas partidas presupuestarias para hacer algunas modificaciones".
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