Setenta inmigrantes ilegales de Ceuta serán llevados a la península por una ONG

Setenta de los 500 inmigrantes ilegales que se encuentran confinados en Ceuta serán enviados a Barcelona y Cullera (Valencia), donde recibirán cursos de forman profesional y clases de español por parte de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado EAR). El director general de política Interior, José Ramón Onega, dijo ayer que el traslado producirá una vez que todos inmigrantes sean debidamente identificados, labor que están analizando en la actualidad un grupo de funcionarios del Ministerio del Interior.

La CEAR, que también correrá con los gastos de alimentación y alojamiento, solicitó a Interior hacerse cargo de un primer grupo de 20 inmigrantes antes de final de año, y del resto a partir de esa fecha. "Se trata", según declaró ayer Ónega a EL PAIS, "de mejorar las condiciones de los africanos que puedan quedarse temporalmente en estro territorio, para que no vean abocados a la marginación y a la delinuencia". Inter pretende suscribir más convenios de colaboración similares con otras Organizaciones o Gubernamentales (ONG), porque, según Ónega, "la inmigración no es sólo un problema 1 Gobierno, sino de todos los estamentos de la sociedad".

El programa de la CEAR, que durará cuatro meses, pretende también aliviar la situación de tensión que se vive actualmente en Ceuta, donde el mero de inmigrantes ilegales e se encuentran en el campamento de Calamocarro supera los 500. La gran mayoría unos 475 son de procedencia subsahariana y el resto, magrebíes.

José Ramón Ónega se refirió ayer a los grandes problemas que están atravesando los funcionarios de Interior para identificar a los inmigrantes: "Hemos descubierto que muchos no dicen la verdad, alegan que son de un país en guerra para conseguir asilo político. Nosotros entendemos la situación dramática de los inmigrantes, pero también tenemos que aplicar la ley. Ganameros más con la colaboración que con el enfrentamiento".