El Gobierno se desmarca de los ataques de Cascos a González por los GAL
Ni José María Aznar ni el resto de su Gobierno hicieron suyas ayer las acusaciones del vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, según el cual Felipe González es el responsable del "terrorismo de bodeguilla" que representaron los GAL. Más bien al contrario, el Ejecutivo intentó desmarcarse, al señalar que esas palabras fueron pronunciadas en un acto de partido, la clausura en Mérida del congreso del PP de Extremadura.En cambio, González, blanco de las acusaciones de Álvarez Cascos, aseguró ayer que lo dicho por el vicepresidente refleja "la actitud política" del Gobierno entero. "Eso es lo más preocupante", declaró. "Tenemos que tomar nota y los ciudadanos deben saberlo".
El durísimo ataque de Álvarez Cascos en respuesta a la afirmación de González de que en España no ha habido terrorismo de Estado provocó ayer un torrente de quejas, críticas, ataques e insultos de dirigentes del PSOE al número dos del PP. Desde Juan Alberto Belloch, que le llamó mezquino y miserable, hasta Cipriá Ciscar, para quien el partido de Aznar "ha soltado al doberman", en referencia al polémico vídeo electoral socialista de la última campaña.
A su vez, el presidente-fundador del PP y presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, coincidió con González en que no puede hablarse de terrorismo de Estado a propósito de los GAL. Aunque consideró "desafortunadísimas" las declaraciones del líder del PSOE al respecto, Fraga interpreta que el término es aplicable, por ejemplo, al asesinato de Calvo Sotelo, pero no a casos de "defensa contra el terrorismo", aunque se hayan cometido "errores y chapuzas".
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