Protesta para Rato

La tonelada de hielo que lanzaron los 2.000 delegados sindicales ante la sede del Ministerio de Economía simbolizaba el rechazo que la congelación salarial ha generado entre los funcionarios. "Estamos congelados", gritaban en Madrid los manifestantes. "Ni un paso atrás, esta partida la vamos a ganar", coreaban ante los ventanales de Economía y Hacienda en un intento de que el titular del departamento Rodrigo Rato les oyera.Todas las capitales de provincia vivieron ayer una jornada de alta temperatura sindical de los funcionarios coinciendo con la presentación en el Parlamento de los Presupuestos para 1997, que congela su sueldo. Los sindicatos cifraron en 38.000 los trabajadores que secundaron esta jornada de protesta. Los delegados de CC OO, UGT, CGT, CIGA, CSI-CSIF, SUP, UFP, y USO, se han unido por primera vez en una protesta general para exigir al Gobierno que "negocie con los sindicatos antes de convocar a más de dos millones de trabajadores en la manifestación prevista para el próximo día 15 de octubre".

De "rotundo éxito" calificaron los sindicatos una jornada que esperan sirva para que el Gobierno "rectifique su medida". En Madrid, 2.000 funcionarios protestaron sin producir incidentes ante el Ministerio de Economía. En la concentración madrileña se leyó un manifiesto en el que se expresó un rechazo unánime a la propuesta del Gobierno de congelación salarial y se denunció el incumplimiento del acuerdo entre la Administración y los sindicatos de septiembre de 1994.

Antes de la concentración, el manifiesto fue presentado por una comisión de representantes en el Congreso. Los sindicalistas pidieron a los diputados que devuelvan al Gobierno el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado mediante su voto. Esta batalla parece perdida, toda vez que el PP ya se ha asegurado el apoyo de los grupos catalanes, vascos y canarios.

Los sindicatos insistían ayer de forma unánime en un hecho: los funcionarios han perdido un 11% de poder adquisitivo en los últimos cinco años y la marcha de la economía no justifica este estancamiento de salarios. Las manisfestaciones de ayer no son más que una prueba para la "gran respuesta del próxima día 15 de octubre". El secretario general de la federación de servicios públicos de UGT, Julio Lacuerda, dijo que con ser importante la respuesta de ayer no será nada comparable con "las manifestaciones del día l5". A su juicio, el Gobierno se ha equivocado al pensar que el colectivo de empleados públicos es poco combativo y añadió que "se puede llevar una sorpresa y de algunos sectores una bofetada".

En esta línea se explicaba Enrique Alonso, secretario de Acción Sindical de CSI-CSIF, para quien las manifestaciones del próximo día 15 "serán una respuesta contundente al Gobierno". Los sindicatos recalcaban ayer que no sólo se protesta por la congelación salarial sino también porque "el Gobierno quiebra el derecho a la negociación colectiva", al tiempo que afirmaban que la "lucha" se prolongará durante todo el trámite parlamentario de los Presupuestos. El representante de enseñanza de CC OO, Fernando Lezcano, recordó que se ha presentado un recurso ante la Organización In ternacional del Trabajo (OIT) para que preserve el derecho a la negociación colectiva. La protesta de Madrid era reforzaba por las de Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Santiago de Compostela, como las más importantes. En Barcelona las críticas se ampliaron a CiU. Como si del mismo guión se tratara, también los bloques de hielo sirvieron de arma arrojadiza contra la Generalitat. El secretario general de UGT de Cataluña, José María Álvarez, dijo que "Jordi Pujol tendrá aquí su propio calvario cuando negocie sus Presupuestos". Su homónimo de CC OO, Joan Coscubiela, apoyó la moción.