Manzanares rechaza su recusacion pero se abstiene de juzgar el 'caso GAL'

El ex vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial José Luis Manzanares presentó ayer un escrito al presidente en funciones de la Sala Segunda del Supremo, José Augusto de Vega, en el que anuncia su intención de abstenerse de juzgar el caso GAL. En otro escrito Manzanares responde al magistrado que instruye su recusación, reclamada por el ex ministro del Interior José Barrionuevo, que considera ésta "extemporánea". La abstención de Manzanares deberá ser aprobada por la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo.

La abstención sin recusación del magistrado es la salida más airosa finalmente acordada con sus compañeros de la Sala Segunda después de una semana de intensas gestiones para convencer a Manzanares de que se apartase voluntariamente del tribunal, para no dar lugar a tener que acceder a su recusación.Durante su etapa de vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Manzanares se significó por sus incendiarias declaraciones hacia los gobernantes socialistas. Del ex ministro Barrionuevo llegó a decir que una eventual sentencia absolutoria no significaría que fuera inocente. Incluso anunció públicamente que a su vuelta a la Sala Segunda se abstendría de enjuiciar el caso GAL

El 5 de septiembre, cuando se reunió el pleno de la Sala Segunda para estudiar la queja contra la negativa a citar a Felipe González, dos de los magistrados recordaron a Manzanares la palabra empeñada, a través de la sutil sugerencia de abrir un periodo de reflexión por si "alguien" deseaba plantear su abstención. Manzanares respondió entonces que le gustaría abstenerse, pero que no encontraba "causa legal" para hacerlo.

Esta postura llevó al defensor de Barrionuevo, Pablo Jiménez de Parga, a plantear formalmente la recusación por "enemistad manifiesta" hacia su cliente. Desde entonces, varios magistrados de la Sala Segunda sugirieron a Manzanares la conveniencia de abstenerse, antes de correr el riesgo cierto de ver que sus compañeros accedieran a la recusación. 'Le tenemos convencido a un 40 por ciento", indicó uno de ellos a este periódico a mediados de la pasada semana.

Manzanares agotó el plazo para responder al magistrado instructor de la recusación, Ramón Montero Femández-Cid, lo que fuentes próximas a la causa, interpretan en el sentido de que ésta podría haber sido presentada fuera de plazo-, y otro al presidente en funciones de la Sala, anunciado su abstención.

En este último escrito, Manzanares justifica su cambio de postura ante el hecho mismo de la recusación. El magistrado señala que no conoce "personalmente" a Barrionuevo, por lo que difícilmente podría utilizarse como causa de recusación la "enemistad manifiesta" hacia el ex ministro, en su estricto sentido de "aversión u odio".

Sin embargo, Manzanares señala que los argumentos de la recusación "no dejan de ofrecer interes para una abstención unilateral". Así, acepta que de su etapa de vicepresidente del CGPJ "habría datos objetivos para dudar de la imparcialidad del recusado en esta causa, al margen ya de la realidad del indicado sentimiento".

"Puede comprenderse", prosigue Manzanares, "que este procesado, ministro del Interior en los años del GAL, estime que el derecho a un juicio con todas las garantías pase por la no intervención en el mismo de quien, de alguna manera, se ocupó de esos hechos durante su mandato como vicepresidente del CGPF'.

El magistrado recoge el argumento del defensor de Barrionuevo, Pablo Jiménez de Parga, de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha proclamado que "no sólo debe hacerse justicia, sino parecer que se hace".

Ayer mismo, en declaraciones a Europa Press Televisión, Manzanares calificaba el caso GAL como "la herida más grave que ha tenido el Estado de Derecho español en las últimas décadas". "Será una herida con pus y mal curada hasta que no se llegue al final y vayan a la cárcel los asesinos, los inductores, los encubridores y los que prevaricaron mirando para otra parte en lugar de perseguir a los asesinos".

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Todos satisfechos

La abstención del magistrado José Luis Manzanares para enjuiciar el caso GAL provocó una reacción de unánime satisfacción. El ex ministro José Barrionuevo y su abogado, Pablo Jiménez de Parga, se congratularon de la decisión, e indicaron que hubieran preferido no tener que presentar la recusación. Desde el vértice opuesto, el letrado José Luis Galán, abogado de la acusación popular del caso GAL, señaló que si Manzanares "no se siente legitimado, hace bien en abstenerse".

La Asociación Profesional de la Magistratura (APM), a través de su portavoz, José Luis Requero, consideró "razonable" que Manzanares se abstuviera, puesto que "ha hecho una serie de declaraciones que, en cierta medida, prejuzgan el asunto". Por su parte, el abogado de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez, Jorge Manrique, calificó la decisión del ex vicepresidente del CGPJ de "cabal y técnicamente elegante".