Condena de 5 millones a TVE por mofa de unos difuntos en el anterior programa de María Teresa Campos

La juez de primera instancia número 2 de Majadahonda (Madrid), Almudena Sebastián Montero, ha condenado a TVE y a los responsables del antiguo programa Pasa la vida, de María Teresa Campos, a indemnizar con cinco millones de pesetas a los familiares de unos difuntos, ante cuya tumba se grabó un reportaje con frases "macabras" e "hirientes" para ellos. La sentencia declara que el reportaje, emitido el 2 de noviembre, Día de los Difuntos, de 1992, vulneró el derecho a la imagen y faltó "a la consideración del dolor y los sentimientos ajenos".Junto a TVE y a la directora del programa, María Teresa Campos -que ya no está en esa cadena la juez condena al productor, Manuel Cereijo, y al realizador, Felipe Garrigues. Les estima responsables de vulnerar el derecho a la propia imagen de la demandante, R. B. R., a la que deberán indemnizar conjunta y solidariamente con el importe indicado-una vez que sea firme la sentencia, ya apelada.

El reportaje, grabado en el madríleño cementerio de La Almudena, mostró la tumba con la inscripción Familia Rodríguez López, en la que se encontraban enterrados, entre otros familiares, la madre de la demandante, fallecida un año antes. Sobre la tumba apareció un cartel, que decía así: "Perdona que no me levante". Y un personaje contaba chistes sobre muertos y aparentaba mantener un diálogo con el difunto.

Entre otras escenas, un individuo se acercaba a la tumba y decía: "¡Ay, Rafaelillo!, me has dejado solo, y ¿con quién juego yo al mus ahora?". Una voz, desde el sepulcro, le contestaba; "No te preocupes, que ya encontrarás otro". Tras pedir explicaciones a varios directivos de TVE, que no las ofrecieron, la demanda en defensa del honor y la intimidad de R . B. R. fue elaborada por el abogado Julio Moreno, para quien el reportaje significaba "un ultraje y escarnio", una intromisión en la intimidad personal y familiar y una vulneración del derecho a la propia imagen.

Frente a las alegaciones de TVE de que el cementerio es un lugar público y que debía primar el derecho a la irfomación, la juez estima que el reportaje "vulnera no sólo los elementales principios éticos, sino que sobre todo falta a la consideración del dolor y los sentimientos ajenos ( ... ), por cuanto se elaboró sobre una tumba perfectamente identificada y poniendo en boca de un finado fácilmente identificable también, frases macabras y desde luego hirientes para aquellas personas que en vida le amaron y en la muerte le respetaron, vulnerando claramente el derecho de éstas a su propia imagen

Este periódico no pudo localizar ayer a María Teresa Campos para conocer su versión.