La OSCE no sabe, no contesta
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) parecía ayer incapaz de manejar las elecciones bosnias. Con declaraciones contradictorias de sus responsables, improvisando respuestas a las preguntas más elementales, la agencia internacional encargada de los comicios, a cuyo frente está el embajador estadounidense Robert Frowick, aparentaba, estar superada por su tarea."El recuento continúa en todo el país a cargo de las comisiones electorales locales supervisadas por miembros de la OSCE y observadores internacionales. La seguridad de los centros de escrutinio está asegurada por la policía internacional de Naciones Unidas y las policías locales"., afirmaba el responsable técnico del proceso, Jeff Fischer, según el cual "la paralización el domingo por cuatro o cinco horas del escrutinio en los colegios de la Republika Srpska (serbobosnia) ha influido en nuestra, agenda". La OSCE esgrimía ayer argumentos como el "cansancio" de quienes debían verificar las papeletas para intentar justificar el aplazamiento por un día del escrutinio en 27 colegios dependientes de Tuzla (noreste)y Banja Luka (norte), donde el personal encargado de manejar las papeletas simplemente no apareció.
Entre los datos que sus cariacontecidos responsables ignoraban 36 horas después del cierre del último colegio figuraban las siguientes:
El número total de personas con derecho a voto. La cifra inicial manejada en todas sus informaciones y publicaciones fue de 2.900.000, pero el director general de los comicios, Jeff Fischer, matizó a mediodía que "podía estar entre 2.500.000 y 2.900.000".
Pese a que el domingo por la noche avanzó un porcentaje de participación próximo al 70%, la OSCE tampoco conocía ayer este dato. "Entre el 60% y el 70% es un porcentaje basado en la primera impresión de los observadores internacionales", admitió Fischer, en quien su jefe, Kennet Scott, presidente de la comisión electoral provisional, delegó repetidamente la responsabilidad de enfrentase con los centenares de periodistas internacionales presentes en el centro informativo electoral de Sarajevo. "Lo sabremos cuando acabe el escrutinio", añadió.
Los responsables de la elección desconocían asimismo la proporción aproximada de votantes en las dos entidades políticas bosnias o cuántos refugiados entraron a votar desde Serbia a la Republika Srpska ("había peticiones- para más de 120.000, pero no tenemos cifras exactas", alegaron). El único dato fiable proporcionado hasta el mediodía de ayer por la organización internacional es el número de quejas presentadas hasta ahora por los votantes: 75. Pero ningún responsable de la OSCE pudo explicar tampoco cuál era el contenido mayoritario de esas quejas, porque estaban en manos de la subcomisión de reclamaciones correspondiente.
Una delegación de observadores del Congreso estadounidense ha calculado queen los colegios visitados por sus miembros no figuraban en el censo entre el 10% y el 15% de los votantes.
La OSCE, por boca de Jeff Fischer, considera la apreciación totalmente subjetiva, pero una vez más no pudo facilitar una cifra ni aproximada casi dos días después de que finalizara la votación. Son hechos comprobados que personas nacidas en Sarajevo y que han vivido durante toda la guerra en la capital bosnia no figuraban el sábado en las listas electorales. Al igual que en algunas zonas de territorio serbobosnio, como en Zvornik, se ha votado en colegios que no estaban en la relación de 4.500 facilitada por la OSCE.
