Repsol mantiene los descuentos en la gasolina y Economía renunciará al sobreprecio de dos pesetas
Repsol mantendrá la reducción de precios de la gasolina, entre una y tres pesetas por litro como media, a la espera de comprobar sus efectos en las ventas. Si la disminución de precios produce una ganancia de cuota de mercado, como es previsible, la compañía que preside Alfonso Cortina aumentará su recorte de precios respecto a os máximos. Tal es la estrategia que ha diseñado la compañía, con la aquiescencia del Ministerio de Industria y la aceptación inicial del de Economía. Si tiene éxito y las ajadas de precios se consolidan, Economía renunciará a pedir la retirada de las dos pesetas integradas en el precio de las gasolinas para permitir la competencia en un tema de precios máximos.
La estrategia de la guerra de las gasolinas está firmemente definida. Repsol, como grupo líder del sector petrolero y del mercado de las gasolinas, mantendrá la reducción de precios aprobada en su comité ejecutivo del lunes 9 de septiembre, que equivale a un recorte mínimo de una peseta por litro y otras superiores, entre dos y tres pesetas, en función de las áreas de competencia (proximidad de hipermercados, cercanías de la costa y puertos).Si esta rebaja de precios surte efecto y produce un aumento de la cuota de mercado en la venta de carburantes -en estos momentos rozaría el 50% del mercado-, Repsol generará otras rebajas que profundicen la distancia actual con el precio máximo que es, después de los últimos precios máximos establecidos a partir de ayer, de 1,50 pesetas como mínimo.
Esta estrategia, que para la compañía debe compensar la reducción de ingresos, calculada en unos 5.000 millones de pesetas anuales, fue consultada o, si se prefiere, debatida, con las autoridades políticas y energéticas del Ministerio de Industria y Energía. La confluencia específica de intereses en este caso se produce en la línea de la reducción de precios, que ataca la inflación, y, aparentemente al menos, producirá un aumento de ventas en la compañía.
Repsol ha analizado durante mucho tiempo los efectos sobre el mercado de hipotéticas rebajas de precios. Como resultado de estos análisis sobre la elasticidad del mercado, Repsol decidió la reducción del precio de los gasóleos y permitió de esta manera incitar una competencia de precios en el sector que produjo finalmente la eliminación del sistema de los precios máximos en este tipo de combustibles.
De igual manera, la compañía ha observado con detalle las reacciones del consumo de gasolinas en zonas próximas a los litorales mediterráneo y atlántico (Galicia). El resultado fue la maduración de la estrategia de, recorte de precios, conocida desde tiempo atrás y que no pudo aplicarse antes por la "coincidencia de problemas políticos y de gestión interna".
El tercer vértice es el Ministerio de Economía y Hacienda. Fuentes autorizadas aseguran que el departamento que dirige Rodrigo Rato "fue enterado del proyecto" y expresó su conformidad. El resultado evidente de esta "colusión de intereses", en la que formalmente, según las versiones recogidas, no ha mediado autorización ni imposición alguna, es el final de las discusiones sobre si conviene o no eliminar las dos pesetas integradas en el precio final de las gasolinas como margen para estimular la competencia en un sistema de precios máximos. Si los precios mantienen una tendencia sostenida a la baja en el medio plazo, el Ministerio de Economía y Hacienda no reclamará las dos pesetas. De producirse, la supresión de estas dos pesetas implicaría un recorte de ingresos para las petroleras de unos 24.000 millones de pesetas.
La tendencia a la baja de los precios nada tiene que ver, por supuesto, con el aumento de la fiscalidad. El Gobierno no ha descartado la opción de subir los impuestos especiales sobre la gasolina (ni otros impuestos indirectos). El argumento a favor es la distancia evidente de la fiscalidad española con la europea (gráficos adjuntos); en contra, el impacto sobre el IPC, que resulta muy preocupante para los responsables de Economía.
Repsol hizo efectiva el propio lunes 9 su rebaja de precios, a la vez que anunciaba otro incentivo para que los consumidores elijan alguna de sus 3.400 estaciones de servicio. La petrolera sortea a diario, y hasta el próximo 6 de octubre, un Ford Escort entre los clientes que reposten gasolina por un importe igual o superior a las 1.000 pesetas.El resto de las compañías no tardaron en responder. El consejo ejecutivo de su principal competidora, CEPSA (1.700 gasolineras), se reunió al día siguiente y también optó por la rebaja. A la segunda petrolera española le siguieron Petrocat, Total, BP España y otras compañías.
De momento, ayer el precio máximo de la gasolina súper se establecía por el Ministerio de Industria en en 118,9 pesetas y en la mayoría de las gasolineras españolas (las de Repsol y CEPSA) se vendía al mismo precio que el viernes, 117,9 pesetas.
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