Una zona comercial, principal reparo de la Comunidad al ensanche de Leganés

El consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, ha informado al alcalde dé Leganés (178.000 habitantes), José Luis Pérez Ráez, que el principal escollo para que su departamento dé el visto bueno a la ampliación del barrio de La Fortuna -colindante al distrito de Carabanchel- es el tamaño de una superficie comercial dibujada en el proyecto. Así lo manifestó el regidor tras reunirse con el consejero el pasado jueves. Cortés, sin embargo, le anunció que su intención es desbloquear el proyecto y darle en breve una solución.El nuevo barrio de La Fortuna implica la construcción de 1.200 viviendas, un polígono industrial, un área de equipamiento y una superficie comercial nueva. Este barrio quedará separado de las viviendas del futuro ensanche de Carabanchel, donde también se ha previsto una gran superficie comercial, sólo por la M-40. Además, Cortés señaló en la reunión que considera que Leganés tiene ya suficientes grandes superficies comerciales. La localidad ha pedido ampliar Parquesur, y hay otra gran superficie en el nuevo barrio del Campo de Tiro. Para Pérez Ráez, el área comercial de La Fortuna no es moneda de cambio por las propias necesidades de este barrio, alejado del resto de Leganés, y porque sin los beneficios que se obtendrían de esa operación sería difícil desarrollar el barrio.

Los vecinos y el Ayuntamiento dieron el pasado lunes un ultimátum al Gobierno regional para que aprobase el ensanche o, de lo contrario, anunciaron movilizaciones. La asociación de vecinos de La Fortuna responsabiliza del parón a la Comunidad y al Ayuntamiento.

Garantía Social da empleo

Además, los 37 alumnos que desde enero de este año asisten a los cursos de Garantía Social que el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) y el Ayuntamiento realizan en Leganés han firmado unos contratos de aprendizaje que les han permitido ocupar, aunque no en jornada completa, su primer puesto de trabajo. Los cursos van destinados a chavales de entre 16 y 20 años que carecían de la preparación adecuada para acceder al mercado laboral. Estaban en paro, y sólo el 50%, según los datos facilitados por el Ayuntamiento, había conseguido el título de graduado escolar. Durante seis meses han recibido enseñanzas teóricas sobre jardinería, hostelería y albañilería.Los contratos se han firmado con 11 empresas, tales como una constructora, una cooperativa de jardineros o restaurantes. Su jornada laboral es de unas seis horas diarias, por las que reciben mensualmente un sueldo de 50.000 a 60.000 pesetas. Compaginan el trabajó con clases teóricas.

Otros 45 jóvenes de esa misma edad, aprendices de la Casa de Oficios de Recuperación Paisajística, trabajarán durante un año en la recuperación del anillo verde del barrio de La Fortuna.