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Duran y Lleida propone un pacto de Estado para que los nacionalistas renuncien a la autodeterminación

El presidente de Unió, Démocrática de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, eligíó ayer Valencia para proponer un pacto de Estado. Los términos de este acuerdo supondrían, por parté del Estado, el reconocimiento de la soberanía de las naciones vasca y catalana y "su plena competencia sobre lo que les es propio". En contrapartida, y como muestra de "respeto a esta sitúación constitucional", ambas nacionalidades renunciarían al derecho a la autodeterminación. La fórmula de soberanía sería confederal en temas de cultura e identitarios; federal en materia económica, y autonómica en su plasmación jurídica y constitucional.La propuesta de Unió contrasta con la tesis formulada esta semana por el dirigente de Convergència Joaquim Triadú, que insistió en que "el objetivo a largo plazo es la autodeterminación".

"Un pacto como el que se reclama [desde UDC] ha de comportar, por un lado, el reconocimiento de la soberanía originaria; como parte del Estado de las naciones catalana y vasca y su plena competencia sobre lo que les es propio", prosiguió Duran, "y, como contraprestación el respeto a esta situación constítucional, que no puede ser cambiada unilateralmente, y la voluntad permanente de todas las partes para seguir vinculadas en un destino común".

En 1989, CiU y Esquerra consiguieron que la Cámara catalana aprobase, únicamente con la oposición de los socialistas, una resolución indicando explícitamente que el Parlamento no renuncia al derecho a la autodeterminación.

Duran ya protagonizó en julio una polémica al abogar en una conferencia por una revisión de los postulados nacionalistas catalanes a la luz de las nuevas realidades socioeconómicas (la construcción de la UE, la globalización de los mercados, los movimientos migratorios y la colonización cultural).

Duran, en su alocución en la sede en Valencia de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, no incluyó a Galicia en el pacto pese a reconocer también su hecho nacional

Para el presidente de Unió, el Estado español es una realidad incuestionable, "pero no existe una nación española ni por lengua, ni por cultura ni por costumbres, ni por historia, ni por derecho". El dirigente de Unió, poniéndose la venda antes de la herida, se apresuró a añadir: "Esta afirmación no ha de conllevar ningún tipo de escándalo ni representa ninguna minusvaloración del hecho estatal, de la misma manera que ni Bélgica ni Suiza dejan de ser Estados por aceptar su incuestionable carácter plurinacional".

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Por su parte, Jordi Pujol manifestó ayer que ha habido progresos en el encaje de Cataluña en España y recordó que Cataluña no tiene una actitud acervamente reivindicativa, sino positiva, y "da más de lo que recibe para que España oriente bien su economía".

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