Mejores ciclos, más ovocitos
El 21%. de los casos de infertilidad se originan en diferentes trastornos de la ovulación. La estimulación de la ovulación con fármacos persigue dos metas principales: regularizar los ciclos, a fin de que la mujer pueda ser fecundada con el coito; e incrementar el número de ovocitos producidos para ser fertilizados en el laboratorio con el esperma de su pareja.Estudios recientes han minimizado los riesgos de estas técnicas. Ya se sabe a ciencia cierta que los medicamentos de la fertilidad no aumentan el riesgo de padecer cáncer en la mujer, y asimismo se conoce que la fecundación mediante inyección intracitoplasmática no lleva aparejados mayores riesgos de vástagos anormales que los que aparecen asociados a la concepción natural.
Queda no obstante pendiente de determinar si los hijos de hombres con alteraciones espermáticas, nacidos con el auxilio de dichas técnicas, no heredarán en el futuro algún tipo de trastorno genético: pero se trata de un interrogante al que únicamente el paso del tiempo podrá responder.
Maastricht también fue el marco de presentación de una técnica de trasplante de ovarios congelados. Un equipo de las universidades de Edimburgo y Leeds ha probado que el tejido ovárico sometido a congelación y descongelación funciona normalmente tras su reinjerto en obesas, produciendo óvulos maduros al menos 22 meses.
Según el equipo de David Baird, la técnica aumentaría las posibilidades de concepción en mujeres cuyos ovarios han quedado inútiles, como las jóvenes con leucemia infantil, muchas de las cuales pierden sus ovarios por la quimioterapia. Si las expectativas se cumplen, a dichas niñas se les podrá extraer y congelar tejido ovárico antes de la quimioterapia y, ya adultas, reimplantárselo para que recuperen la capacidad de ovular.
