"España debe ser capaz de jugar todas sus bazas en la Alianza Atlántica"

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, realiza mañana su primera visita oficial a España, donde se entrevistará con el Rey, el presidente del Gobierno, José María Aznar, y varios ministros. Asistirá también a una sesión conjunta de las comisiones parlamentarias de Defensa y Exteriores.Es el viaje número 38 de los que efectúa a países miembros de la Alianza Atlántica (sólo le falta Italia) o a sus socios, en vísperas de la reforma de la organización político-militar. España debe jugar "todas sus bazas" en la nueva Alianza Atlántica, opina Javier Solana. Debe ocupar todo el espacio que le corresponde en la nueva estructura militar.

Pregunta. ¿Qué persigue esta visita?

Respuesta. Pasar revista a la agenda de los próximos, meses. Es muy densa, porque la Alianza está inmersa en un proceso de transformación sin precedentes. Culminaremos en Bosnia la primera operación militar de su historia, que es una operación de paz y no de guerra, y habrá que extraer todas las lecciones. Culminaremos la adaptación interna, que supondrá la emergencia de la Identidad Europea de Defensa y una reforma muy profunda de la estructura de mando: reduciremos a la mitad los 65 cuarteles generales. Y enfocaremos la adaptación externa mediante la ampliación y la profundización de la relación con Rusia.

P. Es ésta la más complicada de las 37 visitas oficiales que ha realizado.

R. No, no es la más complicada. Eso sí, me produce bastante emoción volver a mi país representando a esta organización. No soy de piedra. Espero escuchar los puntos de vista de las autoridades y de los parlamentarios españoles. Y espero decirles que, cualquiera que sea la decisión de España sobre su futura vinculación a la Alianza, podrán encontrar en mí una persona dispuesta a ayudar.

P. ¿En España le ven como el secretario general de la OTAN o todavía como un alto dirigente del Partido Socialista Obrero Español?

R. Espero que se me considere como ambas cosas. Soy, fundamentalmente, el secretario de la Alianza, a la que dedico el 100% de mis horas de trabajo, y ésa es mi mejor manera de servir a la Alianza, a Europa y a España. Pero no por eso voy a renunciar a las ideas que he tenido y que mantengo.

P. ¿Qué ventajas reportaría pertenecer a la nueva estructura militar integrada?

R. España está en trance de tomar decisiones trascendentales. Pero las tomará en relación con una Alianza nueva. No es lo mismo la OTAN de 1986 que la de 1996. Personalmente creo que en esta transformación España debería ser capaz de jugar todas sus bazas. Hoy desempeña un gran papel en las operaciones de mantenimiento de la paz. Todo el mundo lo reconoce. Sería bueno que tuviera también la capacidad de participar en todas las estructuras que definen esas operaciones y esas políticas. Más aún si se tiene en cuenta que España es un país europeísta y que la Identidad Europea de Defensa girará en torno de esta Alianza. Nuestro país debe encontrar la manera de sacar el máximo rendimiento a los esfuerzos que realiza.

P. ¿Cerrará algún acuerdo?

R. No, no voy a cerrar ningún acuerdo. Voy a escuchar la posición del Gobierno con todo detalle, y las de los grupos parlamentarios. Daré mi opinión si me la piden, pero las conclusiones deben extraerlas las autoridades españolas.

P. Algunos reclaman un referéndum para integrarse en la nueva estructura militar, igual que hubo un referéndum para no incorporarse a la antigua estructura.

R. No quiero entrar en ese debate. Pero la Alianza de hoy es distinta a la de hace 10 años. Y el compromiso español en el mantenimiento de la paz es distinto del que había a principios de los ochenta. En estos años España ha hecho un gran esfuerzo de solidaridad. Y ese esfuerzo debería abrir las puertas de las instancias donde se toman las decisiones.

P. ¿Por qué abrirlas ahora y no hace 10 años?

R. No juzgaré lo que pasó entonces, en una situación muy distinta.

P. España reclama algunos requisitos para integrarse.

R. Por lo que conozco de las autoridades españolas, creo que podremos encontrar soluciones a todas las posibles preocupaciones.

P. Reclaman un peso adecuado en la cadena de mandos.

R. Encontraremos soluciones.

P. Pero si los cuarteles se reducen a la mitad, la cadena de mandos también se reducirá a la mitad.

R. Sí, claro.

P. Habrá menos puestos, y mas aspirantes: franceses, españoles, los nuevos adherentes.

R. Insisto. Habrá solucione adecuadas.

P. Y reclaman la supresión del mando de Gibraltar.

R. En la nueva estructura probablemente desaparecerá todos los cuarteles generales de cuarto nivel [son 24, entre ello Gibraltar].

P. ¿Qué aportarán España Francia si se integran?

R. Aportarán mucho. Tiene gran experiencia en operaciones de mantenimiento de la paz. Y son dos grandes países europeos algo básico en el momento en que se diseña la Identidad Europea de Defensa. Además, su decisiones serán tenidas en cuenta en el debate que ahora mantienen los países neutrales. Todo ellos tienen abierta la discusión sobre el concepto de neutralidad porque hoy tiene mucho menos sentido del que tuvo en el pasado, si es que tiene alguno. Se preguntan qué sentido tiene deja sin atar algunos de los lazos con las instituciones europeas.

P. Usted está a favor de que se integren.

R. Naturalmente. Cuanto más países se comprometan en la estabilidad del continente, más sólida será ésta.

P. La identidad europea de la Alianza Atlántica ¿no es un máscara del hegemonismo norteamericano?

R. Debemos compatibilizar diversos objetivos. En momentos de ajuste económico hay que construir la seguridad europea a menor coste y con la mayor eficacia posibles. Seria irresponsable montar estructuras paralelas, caras y menos eficaces. Por eso el concepto de fuerzas separables pero no separadas" es fructífero. Posibilita lo más importante: mantener estructuras multinacionales de defensa, básica para la paz en el continente. Vaya a un cuartel de la OTAN en el Reino Unido y notará el impacto que le produce ver a generales alemanes o daneses trabajando codo a codo con sus colegas británicos. Renacionalizar las políticas de defensa sería un error. La multinacionalización imposibilita el conflicto en Europa y permite disponer de un instrumento que haga valer fuera la voz europea.

P. ¿Pero qué operaciones podrán realizar los europeos con autonomía respecto de Estado Unidos?

R. Las llamadas de Petersberg: ayuda humanitaria, protección de catástrofes, gestión de crisis... Podrán hacer unas otras no. En algunas convendrá que participen todos los socios en otras no. Pero es cierto que todas las operaciones de cierta envergadura han tenido éxito si Europa y Norteamérica han trabajado en la misma longitud de onda.

P. ¿Cuándo finalizará la reforma interna?

R. Me gustaría que todo este proceso de renovación de la Alianza culminase en una cumbre al más alto nivel, probablemente al final del primer trimestre del año que viene. Cuando esté culminada la doble adaptación, interna y externa, habremos concluido un proceso revolucionario. Tendremos, para el siglo próximo, una nueva y flexible arquitectura de seguridad europea en la que participará también otras organizaciones que nos permitirá concentrarnos en lo esencial, el bienestar de lo ciudadanos. Será el verdadero final de Yalta.