Conmoción en Bélgica al ser hallados los restos de las adolescentes An y Eefje en casa de Dutroux
La terrible noticia llegó ayer. El desguace, de una de las casas del pederasta Marc Dutroux en Jumet, en las afueras de Charleroi, permitió localizar lo que la policía definió en un principio como "huesos aparentemente de naturaleza humana". Los jueces aseguraron después que los restos correspondían a dos cadáveres, y el propio primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene, confirmó posteriormente en un comunicado que eran los de An Marchal y de Eefje Lambrecks, las dos adolescentes secuestradas en Ostende el 22 de agosto de 1995. El descubrimiento volvió a conmocionar a toda Bélgica, aún no repuesta del hallazgo de Julie y Melissa, las dos niñas halladas muertas en otra casa de Dutroux.
En un comunicado emitido anoche, el primer ministro manifestó su "estupefacción" porque "An y Eefle hayan sido cobardemente asesinadas como lo fueron Julie y Mélissa". "No tengo palabras para expresar el horror que me inspiran tales actos", añadía Dehaene. Los huesos fueron hallados a las 10 de la mañana en el garaje, más, bien un cobertizo, de la casa del pederasta en la calle Daubresse, en Jumet, al sur de Bélgica. Se encontraban enterrados a gran profundidad, aunque la policía no ha precisado a cuántos metros. Las imágenes mostradas por la televisión pública belga RTBF hacen pensar que los restos se encuentran bastante deteriorados, ya que fueron extraídos hueso a hueso en piezas aparentemente de pequeño tamaño.Tras el descubrimiento se presentaron en Jumet el médico forense, el fiscal de Charleroi y el juez instructor, que impusieron la ley del silencio sobre el caso. No obstante, y a pesar de mutismo oficial, los rumores ya señalaban a mediodía que los restos correspondían a dos cadáveres, después de que los huesos fueran retirados en dos ataúdes distintos. El fiscal de Brujas confirmó más tarde que eran dos los cadáveres encontrados. Así se lo manifestó a los padres de An Marchal (de 17 años) y Eefle Lambrecks (de 19), las adolescentes raptadas por Dutroux. hace un año.Horas después, la televisión pública belga RTBF informaba de que los restos humanos hallados correspondían a los de An y Eerje y que los forenses habían identificado a las jóvenes comparando las hueIllas dentales de las víctimas con las radiografías dentales de las niñas y adolescentes desaparecidas en Bélgica después de 1985.El hallazgo confirma los malos augurios que sobrevolaban el país desde que, hace una semana, el diario Le Soir publicara que las confesiones de Dutroux y de su esposa, Michéle Martin, indicaban que en la casa que el pederasta poseía en Jumet se encontraban enterradas cinco niñas y adolescentes, entre ellas An y Eefie. La policía afirmó, sin embargo, que la búsqueda ha acabado ya en Jumet, aunque proseguirá en otras propiedades de Marc Dutroux. En esta casa vivía Bernard Weinstein, un cómplice de Dutroux. asesinado por éste por intentar engañarle. Con los restos encontrados ayer son ya cinco las víctimas del caso Dutroux: las niñas Julie y Melissa, Weinstein y An Marchal y Eefje Lambrecks.Bélgica se había despertado ya sobresaltada al difundirse la noticia de que había desaparecido en Lieja una pequena zaireña de ocho años, Dominique. La cosa quedó en un simple susto al saberse que la niña se había ido a casa dé unos amigos tras discutir con su madre.. Menos halagüeñas son las cosas para Philippe Demanet, hijo del fiscal de Mons, que ha sido acusado por la justicia de simular el robo de un Porsche en España en 1993. Demanet ha negado las acusaciones, pero en el litigio han sido implicados también otros dos detenidos por el caso Dutroux: el policía judidicial George Zicot y el agente de seguros Thierry Dehaan. Según la acusación, Dehaan tramitó el cobro de la indemnización por el Porsche a sabiendas de que el robo había sido simulado. Zicot, que habría sospechado el robo, optó por no actuarLa guinda de la crónica de sucesos de ayer en Bélgica la puso la capital, Bruselas: la policía encontró tres cadáveres -dos de ellos de mujeres-, congelados en las neveras de un famoso restaurante libanés, el Baalbeck. El restaurante estaba cerrado por vacaciones.
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