Tres centros culturales para 20.000 vecinos llevan años inutilizados
Cultura en dique seco. Parte de los equipamientos educativos y culturales del barrió de Madrid Sur están inutilizados. Una biblioteca, un centro cívico y un colegio de este nuevo vecindario de Puente de Vallecas con 6.000 familias, unos 20.000 vecinos, llevan años en pie y pendientes de que el Ayuntamiento y la Comunidad decidan quién, los gestiona y mantiene.Pero, por ahora, no existen planes institucionales inmediatos para poner en marcha ninguno de los tres centros.
El caso más grave es el de la escuela Virgen de Guadalupe, cerrada desde 1992 por el Ministerio de Educación y totalmente desvalijada.
El centro cultural de Palomeras Bajas, un recinto amplio y moderno dotado de Un teatro y un cine al aire libre, permanece cerrado a falta de remates desde hace seis meses según el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), que lo construyó, y desde hace casi un año según los vecinos de la zona. La biblioteca, también levantada por el Ivima, está acabada y vacía desde finales de 1994.
La Asociación de Vecinos Madrid-Sur amenaza con una okupación si las instituciones no ponen en marcha estos locales. Según asegura el presidente, de esta agrupación vecinal, Félix Palomo, teme que, de seguir inutilizados, la biblioteca y el centro cívico acaben siendo pasto de los vándalos, como ya ha ocurrido con el colegio abandonado, denominado Virgen de Guadalupe.
Ya existen indicios preocupantes. Esa escuela, en la avenida de Palomeras Bajas, es, después de cuatro años de abandono, una estructura de hormigón, medio quemada y llena de escombros y basuras. Ya no queda nada del mobiliario escolar y tampoco puertas, marcos ni ventanas.
La entrada a la biblioteca se ha intentado forzar varias veces, una de las puertas accesorias está quemada y faltan los cajetines de las luces de emergencia y placas del suelo.
En el centro cultural, sin vigilancia durante meses, han desaparecido pedazos del pavimento y algunos cristales están rotos a pedradas. PASA A LA PÁGINA 3
Gestión municipal
El centro cívico vacio cuenta con un teatro de 360 butacas y un cine al aire libre
Las 39 bibliotecas públicas generales de la capital dependen del Ayuntamiento o de la Comunidad. "Pero de ésta, como se hizo a la par que las viviendas en cooperativa para jóvenes, en la Consejería de Educación y Cultura no tienen apenas noticias", añade Vázquez, "estamos en conversaciones con el Ayuntamiento porque creemos que no debe dedicarse sólo a la colonia de jóvenes, sino a todo el barrio, y la gestión municipal sería idónea". La concejal de Puente de Vallecas, Eva Durán, sólo comenta que ya ha comunicado al Ivima que se han intentado forzar las ventanas de la biblioteca.El centro cívico de Palomeras Bajas, en la calle de Felipe de Diego, fue construido por el Ivima dentro de la remodelación de este barrio. Es un edificio de ladrillo visto con 4.497 metros cuadrados, a pocos metros de lo que será la sede de la Asamblea de Madrid. Dispone de un teatro para 360 espectadores, una sala' de danza, un cine al aire libre, aulas, sala de exposiciones y cafetería.
Vázquez explica que el centro fue terminado hace seis meses y que no se ha entregado porque la constructora debe realizar algunas correcciones 11 no significativas" . "Estamos buscando acuerdos con entidades culturales y con el Ayuntamiento; el problema es que gestionar este macrocentro sale muy caro", añade:
El presidente de la asociación vecinal afirma que la Junta de distrito no tiene dinero para poner el centro en marcha y que se propone cederlo como anexo del nuevo y próximo edificio de la Asamblea. Los vecinos se niegan y proponen gestionarlo entre asociaciones vallecanas, tal y como se hace en Orcasur, San Fermín y en Usera. "La asociación de vecinos está desarrollando sus actividades en un local de 120 metros cuadrados cedido por el Ivima cuando está este enorme centro vacío, y hay otras entidades que aún lo tienen peor", añade.
El director de promoción del Ivima cree que una cesión de este tipo a los vecinos no es algo automático. "Esas cesiones a entidades vecinales no las hace el Ivima; nosotros tenemos que pasar la edificación a Patrimonio y ellos deben ser los que se lo cedan a otra consejería o a los vecinos", asegura.
"Que nosotros cedamos el local a los vecinos no sirve de nada porque necesitarán subvenciones para gestionarlo y no se las podemos dar nosotros", concluye Vázquez. Eva Durán asegura no saber qué ocurrirá con el centro cívico. "Lleva parado cosa de un año y en julio había algunos operarios trabajando, supongo que haciendo reinates", asegura.
El colegio Virgen de Guadalupe, según fuentes del Ministerio de Educación y Cultura, cerró en el curso 1992-93 por falta de alumnos: sólo funcionaba una unidad de octavo curso de EGB con 10 escolares. A pesar de la clausura, el Ministerio decidió no desprenderse del edificio, porque ya entonces estaba previsto que harían falta nuevos centros escolares.
Los presupuestos del Ministerio de Educación para 1995 incluían una partida para el derribo del antiguo colegio ya que consideraban que rehabilitarlo sale ahora más caro. Pero los fondos fueron destinados a otro fin, y el centro, que ya por aquel entonces había sufrido su primer incendio, acabó desvalijado.
Ahora, el Ministerio, según aseguran sus portavoces, está en conversaciones con el Ayuntamiento para costear el derribo entre ambas instituciones y levantar allí un instituto de secundaria con 32 unidades.
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