Llevadas a Colonia dos jóvenes secuestradas en Lieja
La policía belga defiende la hipótesis de que las dos jóvenes desaparecidas el jueves en Lieja y encontradas el sábado en Colonia por la policía alemana fueron secuestradas. Rachel Legeard de 18 años, y Sévérine Potti, de 19, con residencia en Nandrin, a 20 kilómetros de Lieja, habían ido el jueves a la ciudad para realizar unas compras, pero no volvieron a casa a media tarde tal y como habían anunciado. Inmediatamente se desató una gran psicosis en la zona. Se repartieron miles de folletos y fotocopias con su fotografía y se alertó a las policías alemana y holandesa, países vecinos.Ambas fueron encontradas dormidas en un parque de Colonia, ciudad alemana distante apenas 100 kilómetros de Lieja. Aparentemente habían sido drogadas. Una de ellas declaró a la policía que cuando se encontraban esperando el autobús en Lieja, a las tres de la tarde, se detuvo ante la parada un Mercedes con matrícula alemana conducido por un hombre de unos cuarenta años que les preguntó por una dirección. La joven afirma que a partir de entonces no recuerda nada, hasta que fue despertada por la policía en un parque de Colonia.
La policía belga ha creído la declaración de la joven y primado la hipótesis de un secuestro, según declaró ayer el número dos de la fiscalía de Lieja. El pederasta Marc Dutroux, cuya detención y la revelación de sus secuestros y asesinatos ha conmocionado a la opinión pública belga, tuvo muchas conexiones con la delincuencia de Colonia. La policía de esta ciudad ha llegado a denunciar la protección policial de que ha gozado Dutroux en Bélgica y asegura que sus actividades delictivas en Alemania fueron dadas a conocer a la policía de Charleroi sin que ésta hiciera nada.
Psicosis de secuestros
Las actividades de Dutroux han desatado una psicosis de secuestros en Bélgica. El jueves se denunció también la desaparición de Johnny, un niño de 10 años, en la periferia de Amberes. Johnny fue encontrado el sábado en casa de un amigo en una localidad cercana.. Su desaparición se ha quedado en el tercer intento de fuga realizado por el muchacho.Ayer, causaron también gran impacto las declaraciones realizadas por el fiscal de Tournai, Guy Poncelet, padre de- un inspector de la policía judicial de Mons asesinado en febrero pasado cuando investigaba a las mafias de ladrones de coches. Poncelet afirma en un largo comunicado que está "harto del inmovilismo y el carácter inhumano de la justicia". Hasta la fecha, la investigación de este asesinato no ha avanzado prácticamente nada.
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