La diferencia son mil millones
Un Oviedo sin complejos. Sin ningún tipo de complejo el Oviedo afrontó su primer partido de la temporada ante el temido Barcelona. Mucha presión sobre los hombres capaces de lanzar a los velocistas. Gran soltura con el balón en los pies. Se desinfló con el segundo gol del Barça durante unos minutos. Felicidades a Lillo por mantenerse firme con los mismos criterios que le enviaron al paro la pasada temporada y a Eugenio Prieto por contratarle. Confío, que se lo pasen bien en Oviedo.El Barça. No pudo en la primera parte con la presión del Oviedo. Demasiado trabajo defensivo para jugadores que necesitan estar frescos cuando tienen la pelota. Guardiola e Iván de la Peña sufrieron mucho en este aspecto. Perdían con facilidad la pelota. En la continuación, Stoichkov y Ronaldo pudieron definir con franquicia dos envíos de Iván de la Peña y...
Concentración. Tendrá que mejorar el Oviedo en su juego aéreo. Perder un partido por falta de concentración en estas jugadas es una pena. Sin restar mérito a Luis Enrique, dio la impresión que cualquiera que pasara en esos momentos por el área ovetense podía marcar.
Maqueda. Hizo mucho y casi todo bien. Muy buenos criterios los de este ex canterano barcelonista. Gran jugada a lo Ronaldo por la misma línea de fondo.. Le faltó suerte y un poco menos de precipitación en el solo con Vítor Baía.
Gay y Stoichkov. Lo hicieron todo igual excepto lo último. Ambos llegaron en la misma posición para el remate. El ovetense disparó flojo con la pierna que no es la suya y el búlgaro, que no había tocado la pelota hasta ese momento, consiguió el primer gol del Barça en esta Liga. Luego también él segundo. Esta diferencia vale mil millones.
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