Economía expedienta a la empresa de los dos obreros muertos al caer de un andamio
La investigación abierta por la muerte el miércoles de dos obreros al derrumbarse un andamio en la plaza de Santiago ya ha encontrado dos irregularidades. La instalación sobre la que trabajaban, situada en un patio interior a 20 metros de altura, estaba anclada en un punto débil y los arneses de seguridad que debían de llevar los operarios como medida de seguridad no se sujetaban a ningún soporte. Se trató, en palabras del consejero de Economía, Luis Blázquez, de una "concurrencia de errores" que ha motivado la apertura de un expediente a la empresa Auxan Andamiajes, para la que trabajaban las dos víctimas -Jesús Peinado González, de 41 años, y Armando García del Campo, de 21- UGT y CC OO han responsabilizado a la empresa del accidente. Los sindicatos sostienen que la instalación no fue supervisada por un técnico de Auxan, tal y como establece la ley precisamente para evitar irregularidades como las descubiertas en la investigación.La empresa, por su parte, niega su responsabilidad y en un comunicado difundido ayer afirma que el único "testimonio fehaciente" de lo que allí ocurrió corresponde a Mariano Fernández Redondo, el peón que se salvó de la tragedia. Este hombre, que sigue bajo un fuerte choque emocional, no ha podido ser interrogado por la Inspección de Trabajo, encargada de la Investigación. Quienes sí han hablado con Fernández Redondo son los familiares del fallecido Jesús Pulido, un especialista con 22 años de experiencia. El relato efectuado a EL PAÍS por estos parientes que estudian denunciar a la empresa por no supervisar la instalación, se corresponde con el primer informe de la Inspección de Trabajo.
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Los dos fallos
Los familiares de un muerto culpan a la empresa del accidente
El consejero de Economía afirmó que aún no pueden delimitarse las responsabilidades del accidente y que los investigadores todavía tienen que recabar la versión del trabajador que consiguió salvarse. "Se encuentra en un estado emocional delicado. De todos modos, la responsabilidad de que las obras tengan las medidas de seguridad necesarias es de la empresa, no del obrero; pero hasta que no se conozca su versión no sabremos si no anclaron el cinturón porque no sabían o porque no tenían dónde hacerlo", afirmó Blázquez, para añadir: "Hasta ahora los fallos detectados muestran que no se había calculado el nivel de resistencia del apoyo del andamio y que los, arneses de los obreros eran como un coche que lleva sueltos los cinturones de seguridad".La empresa Auxan, constituida en 1981, había cerrado contratos fijos con los trabajadores fallecidos. Según su versión, dotó hace poco a sus empleados de un equipo de seguridad ajustado a las nuevas normas -calzado antideslizante, arnés de seguridad anticaída y casco protector ajustable- ."Eso es falso", indican los familiares de Pulido, "todavía tenemos en el maletero del coche lo que llevaban y no hay más que un arnés para sujetarse al andamio y unos guantes". La empresa, que se declara consternada por la "pérdida de dos de sus más queridos compañeros"; sostiene que cumple todas las exigencias de la legislación y que "para garantizar la seguridad de sus operarios" jamás las ha recortado, por lo que pide a los sindicatos que retiren sus acusaciones.
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