Zedillo dice que no dialogará con los "terroristas" que el jueves atacaron en siete Estados mexicanos
No al diálogo con terroristas. Ésta fue la taxativa respuesta del presidente de México, Ernesto Zedillo, a la sangrienta demostración de fuerza llevada a cabo por el Ejército Popular Revolucionario (EPR), una guerrilla de nuevo cuño que el miércoles perpetró ataques en siete Estados del país. Los resultados de la ofensiva que tomó por sorpresa a unos responsables de seguridad empeñados en minimizar al grupo armado, se empiezan a perfilar: 14 personas muertas (la mitad de ellos policías), 23 heridos y un desaparecido. Al menos seis personas han sido detenidas en relación con los hechos.
Además de Oaxaca, Guerrero y Estado de México, donde se registraron las víctimas, el EPR realizó acciones de. propaganda en Puebla, Guanajuato, Tabasco y Chiapas. Siete policías, tres marinos, dos civiles y dos guerrilleros componen la lista oficial de muertos.El EPR se dedicó el jueves a una ofensiva epistolar: por un lado, repartió comunicados entre los principales medios de comunicación para hacer saber que sus acciones "tienen carácter de autodefensa" y que sólo pretenden "ayudar a restituir la legalidad, la soberanía popular y el respeto a los derechos humanos". Por otro lado, enviaron un comunicado a los soldados del Ejército Federal, a los que instaban, en términos personalizados, a abandonar las filas. "La guerra no es contra ti", decían. "Es contra los culpables de la miseria, la injusticia. Nosotros, como tú, amamos la paz".
El Gobierno mexicano parece decidido a neutralizar al grupo armado. El Ejército intensificará su presencia en los Estados afectados para prevenir, ataques y "capturar a subversivos", al tiempo que se ha reforzado la vigilancia en las "instalaciones estratégicas del país". Después de una reunión, en la tarde del jueves, con su gabinete de Seguridad Nacional, el presidente Zedillo afirmó que hará caer "todo el peso de la ley" sobre el EPR que, "a diferencia del Ejército Zapatista", la guerrilla de Chiapas, es "un grupo terrorista que pretende desestabilizar al país". Una definición que contrasta con la proporcionada hasta ahora por el ministro del Interior, Emilio Chuayffet, quien se había empeñado en calificar a la nueva organización, que apareció en junio pasado, de "pantomima".
Los ataques del miércoles, que parecen ser una macabra reivindicación de estatus por parte del EPR, han dejado en evidencia a los responsables de la seguridad nacional. Hace quince días escasos, Chuayffet aseguraba que el Gobierno tenía identificado a los dirigentes y que pronto daría a conocer los nombres. El desafío le rebotó. en la cara, y el jueves las autoridades debieron reconocer que estaban "afinando los resultados de las investigaciones" y que no tenían información sobre las dimensiones del grupo.
Anunciaron, eso sí, que el EPR es el "brazo armado" del Partido Revolucionario Obrero Clandestino-Unión del Pueblo (PROCUP), un movimiento nacido en los setenta que se había mantenido en la semiclandestinidad. No es una aportación novedosa: esta fue la primera hipótesis manejada por la seguridad nacional desde la aparición del grupo, que después fue confirmada por el EPR. Este último, sin embargo, afirma que el PROCUP es una más de las 14 organizaciones que componen la nueva guerrilla.
Por lo pronto, dos de los líderes del viejo grupo armado, encarcelados en el Distrito Federal (David Cabañas, hermano del legendario guerrillero guerrerense Lucio Cabañas, y Felipe Martínez Soriano, ex rector de la universidad de Guerrero), han sido trasladados a una prisión de alta seguridad.
Junto al EPR como estructura armada, el PROCUP, cuya dirigencia es urbana, cuenta con los "frentes de masas" en su vertiente política: se trata, fundamentalmente, de organizaciones campesinas indígeneas de varios Estados, sobre todo Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que han proporcionado, dicho sea de paso, la mayor parte de los quince detenidos por las autoridades desde julio.
[Un dirigente local del izquierdista Partido de la Revolución democrática (PRD), la tercera fuerza política del país, fue asesinado ayer por un individuo no identificado en una carretera del Estado de Guerrero. El PRI) ha denunciado ne vanas ocasiones la situación de violencia que vive ese Estado, informa Efe.]
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