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Toros sospechosos de 'afeitado' se lidiaron en Colmenar

Mariano Aguirre, presidente de la Federación Nacional Taurina, que ha presidido las corridas de la feria de Colmenar Viejo (Madrid), aprobó toros que habían rechazado los veterinarios en los reconocimientos, la mayoría por sospecha de afeitado. Las astas de estas reses se enviaron a analizar.Aguirre, primer aficionado que ha presidido en este coso, asegura que recibió numerosas presiones durante los reconocimientos. "La experiencia ha sido durísima, la peor de mi vida", dice. "Los veterinarios rechazaban toros a la más mínima sospecha. Los toreros venían y me decían que si no pasaban algunos toros no toreaban. Las presiones han sido durísimas, y yo allí, solo, intentando conjugar los intereses de todas las partes: empresa, toreros, ganaderos, aficionados, el pueblo que se quedaba sin corrida... Al final no tenía más remedio que tirar por la calle de enmedio".

En los reconocimientos del primer festejo -precisamente aquel en que el empresario denunció que Julio Aparicio exigía se afeitaran las reses- se vieron 15 toros: seis de Pedrés, de los que se aprobaron dos; tres de Aldeanueva, rechazados; dos de Charro, también rechazados; tres de la Castilleja, de los que se aprobaron dos, y uno de Valdefresno, aprobado. Pero al ruedo saltaron los de Aldeanueva, Charro y uno de los rechazados de Pedrés.

"Yo he visto reconocimientos previos en Las Ventas, y los de Colmenar son más exhaustivos, cuando es una plaza de tercera", dice Aguirre. "El baile de corrales ha sido desconocido. He acabado harto de reconocer toros".

El día 27 se reconocieron 12 toros: siete de los Bayones, de los que se aprobó sólo uno; uno de Gabriel Hernández y otro de Sánchez-Arjona, rechazados; dos de La Castilleja, uno rechazado, y uno de Carriquiri, también aprobado. De los rechazados, saltaron al ruedo los de Hernández y Sánchez-Arjona, el de La Castilleja y tres de Los Bayones. El de Carriquirri, pese a estar aprobado, no entró de titular ni de sobrero. Además de las astas, se enviaron a analizar vísceras de dos toros de Los Bayones por su comportamiento sospechoso durante la lidia.

También se enviaron muestras de agua de los bebederos de los corrales y de orina de los toros de Hernández Pla lidiados el día 25, a petición del ganadero y el empresario. Los veterinarios, que habían rechazado un toro que el presidente aprobó, no apreciaron síntomas extraños en el comportamiento de los toros.

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