El primer corneado de los encierros de San Sebastián había tomado alcohol y pastillas
Agustín M. S., un hombre de 20 años, fue la víctima de la primera cogida grave que se produce en los encierros de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes). El herido, que incumplía al menos cuatro normas básicas para correr un encierro reconoció ante los médicos que le atendieron ayer que había consumido una gran cantidad de alcohol y algunas pastillas antes de participar en la carrera, según declaró el cirujano que le atendió. Por ese motivo, el médico no pudo aplicarle anestesia general para reparar el desgarro anal que le provocó un novillo.
"No se le pudo operar con anestesia general porque cuando se le preguntó qué había ingerido dijo que había comido y confesó haber tomado mucho alcohol y unas pastillas que le habían dado sus colegas, que no sabía exactamente lo que eran", explicó el doctor Gálvez Domínguez, cirujano de la plaza de toros. Añadió que "sus reacciones eran muy lentas, incluso para hablar y responder a las preguntas; así que, desde luego, no debía haber corrido".Agustín M. S., vecino de San Sebastián, incumplió hasta cuatro normas fundamentales para participar en un encierro: ingirió alcohol y pastillas, corrió con pantalones cortos y botas.(la recomendación es usar pantalones. largos y calzado de suela flexible), trazó la última curva del recorrido por el lado exterior (se deben recorrer, todas las curvas por el interior, ya que el peso de los toros les hace ir por la parte más ancha) y finalmente trató de levantarse después de ser arrojado al suelo por la embestida del primer novillo (se recomienda permanecer en el suelo).
Agustín acabó encerrado contra la talanquera en la curva de la calle de la Estafeta y fue arrojado al suelo por el primero de los novillos, que corría suelto. Luego, fue empujado y pisado hasta por cuatro reses más. Cuando trataba de incorporarse, resultó corneado por un sexto astado en la zona perineal (parte baja del glúteo). La cornada, con un recorrido hasta la zona cercana a los genitales, le provocó un desgarro anal.
"Él solo se cerró contra la talanquera. No pudo escapar por las vallas porque fue a chocar contra la que está cerrada para proteger a la gente de la embestida cuando los toros dan la curva", comentó un hombre que presenció la cogida desde el lado opuesto de la curva.
Los responsables de la organización de los encierros afirmaron que resulta muy difícil identificar a las personas que corren en las condiciones de Agustín: "Las sustancias estimulantes no se pueden detectar a simple vista, como el alcohol".
La carrera de ayer, quinta de las fiestas, fue mucho menos limpia que las anteriores. Tres corredores resultaron contusionados. En la suelta de vaquillas posterior al encierro hubo otros seis contusionados.
Por otro lado, Juan Francisco Morata, que permanecía en coma desde que se cayó de una valla en el primer encierro de las fiestas, el pasado domingo ha salido de ese estado y evoluciona favorablemente aunque sigue semiinconsciente.
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