"Tributo al pasado"
En la carrera fiscal, regida por un principio jerárquico, las continuas muestras de indisciplina de este grupo de funcionarios son vistas con estupor y escasa simpatía por sus compañeros. En tiempos no tan pretéritos, las indisciplinas se resolvían aconsejando una petición de traslado. ¿Por qué ahora se les tolera?"Por un tributo al pasado", dice un fiscal del Supremo; "durante la etapa más dura del terrorismo, ningún fiscal quería ir a la Audiencia Nacional y ellos estuvieron al pie del cañón y jugaron un papel clave en la lucha antiterrorista. Lo pagaron con el asesinato de Carmen Tagle y el atentado frustrado con un paquete bomba contra Eduardo Fungairiño horas después de que otro artefacto amputara las manos al entonces presidente de la Audiencia, Fernando de Mateo".
"Se junta un poco todo", responde otro miembro de la Fiscalía del Estado; "a partir del asesinato de Tagle, tuvieron coches blindados, escolta permanente, una gratificación mensual extraordinaria y todo tipo de facilidades para clases, conferencias, publicaciones... Algunos llevan muchos años ahí y tienen una antigüedad relativa, pero no como para estar en puestos de fiscales de Sala. Y, mientras, no concursen, son, de hecho, inamovibles. No hay quien les eche".
El fiscal jefe, José Aranda, ha sugerido poner fin a esa inamovilidad por la vía de la limitación temporal de permanencia en la Audiencia. Los jueces son inamovibles, pero los fiscales no; o, al menos, no en teoría. En las entrañas de la Fiscalía, el asunto preocupa desde hace tiempo. El ya ex fiscal general Carlos Granados dijo ayer a Europa Press que ha pedido un informe a Aranda sobre la actuación de Pedro Rubira: "Se hará lo que se tenga que hacer con arreglo al estatuto".
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