Relevo en las embajadas de Alemania e Italia

El Consejo de Ministros nombró ayer nueve embajadores. Entre estas designaciones destaca la de José Pedro Sebastián de Erice y Gómez Acebo, que se hará cargo de la embajada en Alemania, y la de Juan Prat Coll, que asumirá la de Italia. La historiadora Carmen Iglesias dirigirá el Centro de Estudios Constitucionales.Sebastián de Erice tiene una larga experiencia en cuestiones europeas, ya que según la biografía oficial facilitada tras el Consejo, fue secretario para las negociaciones con la antigua Comunidad Económica Europea (CEE) de 1967 a 1972 y de la delegación negociadora para la adhesión de España a las Comunidades Europeas de 1981 a 1983.

César Alba y Fuster será el nuevo embajador en Brasil; Fernando de la Serna Inciarte, en Jamaica; Fernando Arias-Salgado, en el Principado de Liechtenstein, con residencia en Berna (Suiza); Juan Manuel Barandica, en la República Checa; Miguel Ángel Carriedo Monpín, en la República de Suráfrica; César González Palacios, en Tailandia, y José Luis Roselló, en Kuwait.

El Consejo nombró también directora del Centro de Estudios Constitucionales a Carmen Iglesias Cano, catedrática de Historia de las Ideas y de las Formas Políticas de la Universidad Complutense, de Madrid. Es miembro de la Real Academia de la Historia y fue preceptora del príncipe Felipe de Borbón y de la infanta Cristina.

Victoria Camps y ella fueron, en 1994, las primeras mujeres que se incorporaron a la sección española de la Trilateral.

Ayudas para Biescas

Los afectados por la riada que el pasado día 7 arrasó el cámping Las Nieves, en Biescas (Huesca), recibirán una serie de ayudas que se aprobarán dentro de 15 días, cuando se celebre la próxima reunión decisoria del Consejo.También se dictarán medidas para revitalizar el turismo en la zona, que ha caído en un 42% tras la catástrofe.

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, presentó ayer en el Consejo un informe sobre la tragedia. Según el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, las pérdidas que originó el siniestro se estiman en unos 4.000 millones de pesetas.