El alcalde de Burlada llama a los ciudadanos a denunciar a los violentos
"Los ciudadanos somos pacíficos, pero ha llegado el momento de denunciar públicamente a los autores y a colaborar con la policía para que se acaben estas barbaridades". Así manifestó ayer su alcalde, José Luis Góngora, de Unión del Pueblo Navarro (UPN), la impotencia y la rabia de Burlada, localidad colindante con Pamplona, tras un fin de semana de ataques propios de guerrilla urbana en plenas fiestas patronales. Hoy, a las ocho de la tarde, este pueblo se echará a la calle para expresar su indignación y rechazo a los jóvenes abertzales radicales que han causado destrozos que sólo en lo relativo a las oficinas bancarias superan los 120 millones de pesetas.
El sentimiento de impotencia y rabia contenida que embarga a Burlada lo expresó ayer su alcalde, José Luis Góngora, al afirmar que ya es hora de que la ciudadanía se enfrente a los causantes de estos daños vandálicos. "Los ciudadanos somos pacíficos, pero creemos que ha llegado el momento de estar predispuestos a denunciar públicamente a los autores y a colaborar con la policía y las fuerzas del orden para que se acaben estas barbaridades", declaró.El Ayuntamiento, por decisión de todos los grupos municipales, con la excepción de Herri Batasuna (HB), decidió convocar para hoy, martes, una sesión plenaria extraordinaria para condenar la actuación de los encapuchados, a los que los grupos de UPN, PSN-PSOE, Izquierda Unida e independientes califican de "indeseables".
Posteriormente, una manifestación recorrerá las calles de la localidad para protestar por la reiteración de estos actos. "Estamos seguros de que la inmensa mayoría de los ciudadanos y colectivos de Burlada estarán presentes", explicó Góngora, "porque el pueblo está harto de esta situación". El propio Gobierno navarro y los portavoces del Parlamento foral condenaron los hechos e hicieron un llamamiento para acudir hoy a la convocatoria por la paz.
El malestar por los ataques de los violentos es patente en Burlada. Numerosos ciudadanos tuvieron que desplazarse ayer a las vecinas Villava y Pamplona para poder realizar sencillas operaciones bancarias, ya que las oficinas de las sucursales de Argentaria, Ibercaja, Caja Laboral, Banco de Vitoria y Caja Pamplona fueron destruidas por los radicales en los desórdenes que provocaron el pasado fin de semana.
Además, numerosos coches, contenedores de basuras y establecimientos comerciales sufrieron desperfectos en el transcurso de unos incidentes que estuvieron perfectamente planificados y en los que no participaron más de un centenar de radicales.
La policía incluso tuvo que emplearse a fondo para conseguir que los bomberos pudieran apagar las llamas de varios incendios, ya que los encapuchados trataron de impedírselo.
"Estamos soportando demasiadas agresiones injustificadas", recordó ayer el regidor de Burlada, "pues no sólo ha sido esto último. [Esos grupos] son los mismos que meses atrás volaron el concesionario de Renault Lipauto [hecho que dejó en el paro a 15 trabajadores] y que atacaron la Citroën". "Donde antes había un negocio, ahora hay solares vacíos", añadió Góngora.
"Conocemos quiénes son"
Son totalmente fascistas. Buscan continuamente la provocación. Todos conocemos quiénes son", indicó el portavoz municipal del PSN-PSOE, José Antonio Jiménez, en referencia a los alborotadores.A su vez, el delegado del Gobierno en Navarra, Francisco Javier Ansuátegui, interrumpió sus vacaciones en el Mediterráneo para regresar a Pamplona. El atentado terrorista contra el cuartel de Yesa y los graves incidentes de Burlada causaron su vuelta.
En declaraciones radiofónicas, Ansuátegui aseguró. que la policía combate a esos grupos con todo su empeño, pero coincidió con el alcalde de Burlada en que la presencia de las fuerzas del orden durante las fiestas habría sido contraproducente. "Si la policía hubiera estado aquí, a lo mejor no habría pasado esto. Pero el pueblo tampoco quiere que esté en las fiestas", dijo Góngora. -
El único detenido tras los incidentes, un joven de Villava que portaba varios cohetes con puntas de acero, declaró a mediodía de ayer ante el juez, que decretó su libertad provisional sin fianza.
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