La noticia es el mensaje
Fuentes policiales consideran que la publicación, por parte del diario Egin, de la noticia en la que se daba cuenta del atentado cometido presuntamente por dos de sus redactores contra una empresa peletera de Salvatierra (Alava) no es casual ni obedece a un exceso de celo profesional."El efecto multiplicador de un atentado de este tipo, cuyo fin es amedrentar a los empresarios para que paguen el impuesto revolucionario, sólo se produce si va acompañado de publicidad", argumentan las mismas fuentes.El atentado de Salvatierra hubiera pasado inadvertido, salvo seguramente para los autores y para su víctima, si Egin, en su edición del viernes, no hubiese publicado en exclusiva la noticia, en una breve nota.
Pese a ello, ningún medio de comunicación se hizo eco de la información, salvo el propio Egin, que insistió el sábado con un artículo más extenso, titulado: "Sigue el misterio sobre la explosión de Agurain [Salvatierra en euskera]".
El periódico explicaba que, aunque la explosión había sido atribuida por la policía autonómica vasca a una "acumulación de gas", la asociación de ayuda en carretera (DYA) de Álava recibió a las 12.56 horas del día 15 una llamada en nombre de ETA reivindicando el atentado. Los periodistas, según el artículo, volvieron a ponerse en contacto con la Ertzaintza, que se reiteró en su versión inicial.
El Mundo aseguró ayer -citando fuentes de Egin- que, debido a las vacaciones, los únicos redactores de guardia. en la sección "Euskadi", en la que se publicó la información sobre el atentado, eran los detenidos.
La captura de los dos redactores tuvo ayer un amplio eco en toda la prensa. Egin, cuya primera página se reproduce, fue el único diario que no destacó en su titular la condición de periodistas de los detenidos.
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