Maradona no dio positivo en el úItimo control

Maradona no dio positivo en el último control antidopaje que pasó en el fútbol argentino, antes de viajar a una clínica suiza para someterse a "una cura para reforzar su resistencia física y psíquica contra las drogas". El médico que atiende al jugador, Harutyan Arto Van, afirmó ayer que el futbolista, localizado en un hotel cercano a Neuchâtel, no es un toxicómano, sino que "tiene una obsesión por el consumo que se manifiesta de forma compulsiva".

Albio Bemposta, encargado por la Asociación del Fútbol Argentino de los controles antidopaje, aseguró ayer que en la jornada del pasado fin de semana se había registrado un caso positivo, pero no correspondía a Maradona, como se había especulado, sino a Alberto Martín Vargas, zaguero de 23 años del Deportivo Español. Bemposta reiteró que no se observaron restos de sustancias prohibidas en la muestra que el domingo se le extrajo a Maradona, jugador de Boca -le tocó pasar el control por sorteo-, antes de desplazarse a Suiza. Pese a que la intención del médico que le atiende era que no se conociera el paradero del jugador en Suiza, Maradona fue localizado ayer en un pequeño hotel de la localidad de La Neuveville, a orillas del lago Biel, cerca de Neuchâtel, según el periódico L'Express.

El jugador sufre una "obsesión por el consumo que se manifiesta de forma compulsiva", pero no es un toxicómano, según aseguró el médico que le atiende, Arto Van, director de la Clínica Psiquiátrica de Bellelay. El doctor confesó que Maradona le pidió un tratamiento urgente el mismo domingo tras la derrota de su equipo.

"Trabajamos con su personalidad, con sus cualidades, para reforzarle, para crear una psicoinmunología que le permita continuar su vida de forma distendida y feliz", agregó el doctor. Arto Van calificó la personalidad del futbolista de "hipersensible", dijo que posee "un fondo extremadamente honesto y leal" y agregó que sus principales puntos de apoyo son de orden espiritual y familiar. "No ses féliz". El médico manifestó que teniendo en cuenta el enorme peso de la responsabilidad que Maradona tiene "su resistencia física y psicológica estalla en un momento dado. Este momento, propicio y fatal, constituye el terreno favorable para recurrir a la droga". El tratamiento que Maradona sigue para escapar de ese círculo vicioso consiste, al margen de entrevistas psicológicas, en reforzar su resistencia física y psicológica -se le administran perfusiones intravenosas con una composicion natural- y neutralizar su obsesión por el consumo.