Cascos rechaza que el PP haya pactado con el PSOE para enterrar el 'caso GAL'

No hay ningún pacto secreto entre el PP y el PSOE para enterrar el caso GAL. Así lo aseguró ayer el vicepresidente primero, Francisco Álvararez Cascos, poco antes de reunirse con José María Aznar y con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, en Oropesa (Castellón), donde el presidente del Gobierno pasa sus vacaciones. Álvarez Cascos se esforzó en restar importancia al fracaso de la última reunión de la Mesa de Ajuria Enea, pero el líder del PNV, Xabier Arzalluz, advirtió que, si se pretende impedir que se clarifique la guerra sucia contra ETA, "las consecuencias van a ser duras".

La quiebra de la unidad de los partidos democráticos vascos, a propósito de la excarcelación del general Enrique Rodríguez Galindo y de la negativa del Consejo de Ministros a desclasificar los papeles del Cesid, fue relativizada por el vicepresidente primero. "Todo lo que nos separa y todo lo que origina discrepancias", argumentó Álvarez Cascos tras recordar que los GAL actuaron entre 1983 y 1987, "forma parte de un pasado que: ya está superado y que, además, en ningún caso implica ningún tipo de responsabilidad política del actual Gobierno".Por el contrario, Arzalluz reiteró ayer, en. declaraciones a la Cadena Ser, las advertencias que ya lanzó el lunes. "Si efectivamente nosotros interpretamos que esto es el inicio de un punto final de facto, si las cosas van por ahí y se pretende que todo el tema del GAL quede en la impunidad, las consecuencias en este sentido van a ser muy duras", dijo.

"Tendremos conflictos"

El líder del PNV no descartó que en el futuro pueda indultarse a los culpables de la guerra sucia, "pero después de dilucidar las responsabilidades": "Ocultar las cosas, que queden todas en la penumbra, debajo de la alfombra, eso es lo que me parece mal asunto". Arzalluz constató la "distancia irreconciliable" que existe en este asunto entre su partido y el PP y no descartó que acabe afectando al apoyo que el PNV presta al Gobierno de José María Aznar. "Si van por este camino, evidentemente tendremos conflictos", concluyó.La réplica de Álvarez Cascos no se hizo esperar: "Es un juicio de intenciones. El señor Arzalluz no tiene la capacidad de sustituir la voluntad del Gobierno de España. Y este Gobierno, que preside José María Aznar, ya ha dicho muy claramente que no habría en ningún caso ley de punto final".

El vicepresidente se esforzó por sacar consecuencias positivas de la malograda reunión de la Mesa de Ajuria Enea subrayando la sintonía absoluta entre el Gobierno central y el vasco respecto a la actual y futura política antiterrorista, lo que supone "un nivel de garantía muy sólido de que el acuerdo se va a mantener".

Menos optimista, Mayor Oreja apuntó que el futuro del pacto no depende sólo del Gobierno, sino de! todos los partidos democráticos, a los que pidió que cambien sus comportamientos para "impedir que haya una discrepancia de estas características". El ministro del Interior reiteró que la Mesa de Ajuria Enea es; "un instrumento básico de normalización del País Vasco", pero advirtió que " no se le pueden pedir milagros. Si había discrepancias profundas entre los partidos,. lo que ha ocurrido es que se han seguido manteniendo".

Álvarez Cascos regresó a Madrid por la tarde mientras Mayor Oreja, que llegó el lunes por la noche a la urbanización Les Platjetes de Bellver, de Oropesa, acompañado por su esposa y sus dos hijos, compartirá una semana de vacaciones con la familia Aznar.

Papeles poco importantes

En declaraciones a Efe, el vicepresidente primero aseguró que "es falso" que la investigación del caso GAL dependa de los papeles del Cesid que el *Gobierno se ha negado a desclasificar. "¡Pobre del juez que sólo tenga como referencia una noticia derivada de un servicio de información!", argumentó Álvarez Cascos, "porque, incluso desde el punto de vista del contenido, sus testimonios son más que discutibles".Respecto a la decisión del juez Javier Gómez de Liaño de llamar a declarar a los diputados de la Comisión de Secretos Oficiales, Cascos consideró que "no es una buena idea", pues "supondría subvertir la independencia de cada uno de los poderes: legislativo, judicial y ejecutivo".

El fracaso de la Mesa de Ajuria Enea causó ayer numerosas reacciones. Las principales organizaciones pacifistas vascas criticaron la falta de consenso sobre el caso GAL.

Xabier Askasibar, de Gesto por la Paz, acusó al PSOE y al PP de "no ser coherentes" con el espíritu y la letra del Pacto, mientras que para Elkarri "la credibilidad y utilidad de la Mesa de Ajuria Enea se han visto nuevamente cuestionadas". El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, disidente en su partido, advirtió que la página del GAL no se puede pasar en falso".

El desacuerdo evidenciado en Vitoria puede ampliarse al Congreso si prospera la pretensión de Izquierda Unida de que se reúna el Pacto de Madrid, reiterada ayer por su portavoz en Defensa e Interior, Willy Meyer. El PP, sin embargo, adelantó su oposición a que se reúnan los grupos del Congreso para debatir la excarcelación de Galindo y la no desclasificación de los papeles del Cesid y acusó a IU, por boca de su diputado Rafael Hernando, de que su único objetivo es "marear la perdiz".

También el vicepresidente del Congreso Josep López de Lerma, de CIU, se opuso a reunir el Pacto de Madrid argumentando que "exhibir discrepancias puntuales no hace otra cosa que crear confusión".