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El 'caso GAL' quiebra la unidad de la Mesa de Ajuria Enea

La Mesa de Ajuria Enea no se ha roto del todo, pero sí se ha resquebrajado. El consenso antiterrorista que sus integrantes, los partidos democráticos vascos, habían renovado hace sólo mes y medio se quebró ayer al negarse socialistas y populares a suscribir un documento contra la excarcelación del general Rodríguez Galindo y la negativa del Gobierno a entregar a los jueces documentos secretos del Cesid.

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Un pequeño desastre

La unidad de la Mesa frente a ETA no resistió la polémica del caso GAL. La reunión, convocada por el lehendakari José Antonio Ardanza, acabó sin que los asistentes consiguieran rubricar texto alguno. Pese a ello, éstos expresaron su propósito de que las discrepancias evidenciadas durante cuatro horas constituyan un simple paréntesis en la historia del Pacto. Se verá a la vuelta del verano, en la próxima reunión. Hasta entonces, no obstante, el Partido Nacionalista Vasco estará vigilante. Su presidente, Xabier Arzalluz, advirtió que el consenso de la Mesa de Ajuria Enea y su propia existencia dependerán del comportamiento que el Gobierno adopte a partir de ahora en el caso GAL. Frente a este temor, el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, declaró no ver motivo de inquietud. En su opinión, las divergencias se refieren sólo "al pasado".

Ardanza intentó conciliar las posiciones de quienes criticaron la excarcelación de Galindo y la no desclasificación de los papeles del Cesid (PNV, Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida) y de los que apoyaron o acataron ambas medidas (PP y PSOE). Pero su documento no consiguió el apoyo unánime de los partidos.

El punto quinto, en el que se proponía al Gobierno que dejaran de ser secretos aquellos documentos que no pusieran en peligro la seguridad del Estado, fue rechazado por el representante socialista, Ramón Jáuregul , pero no encontró oposición frontal en Carlos Iturgaiz, del PP. Tras consultar con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, Iturgaiz dio su conformidad con tal de que el texto fuera también suscrito por el PSE PSOE.

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Editorial en la página 8

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