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Reportaje:

Silbatos reivindicativos

La Policía Municipal de San Lorenzo aprovecha las fiestas para sus Protestas laborales

Los silbatos de la Policía Local de San Lorenzo de El Escorial (10.545 habitantes), no suenan para mantener el orden público, sino para alterarlo. Los agentes municipales se han movilizado para exigir al alcalde, José Luis Peñalvo, del PP, mejoras laborales.El jueves pasado, mientras el alcalde pronunciaba su discurso como parte del pregón inaugural dé las fiestas locales, 15 de los 20 agentes locales rompieron a pitar al tiempo que desplegaban una pancarta. "Alcalde, no nos pises más. Diálogo", era su mensaje.

La reacción del alcalde -que se niega a establecer una mesa de diálogo con los agentes- no se ha hecho esperar: "Se ha cabreado y nos putea. Desde el jueves nos exige que nos pongamos firmes a su paso. y amenaza con expedientarnos", afirma Juan Carlos Yubero, portavoz de la Policía Local y miembro de la Confederación de Sindicatos Independientes de Funcionarios (CSIF).

Los agentes locales de San Lorenzo de El Escorial creen desproporcionadas las horas que trabajan, con el sueldo que perciben. "Trabajamos una media de 48 horas semanales, es decir, una jornada de ocho horas más a la semana que cualquier otro funcionario, lo que totaliza unas 115 horas más al año no remuneradas. Sólo tenemos un fin de semana de dos días libres al mes y ganamos una media de, 165.000 pesetas mensuales. ¡Que nos, paguen lo que trabajamos!" dice Yubero.

La plantilla no ha cambiado desde hace cinco años y se ve desbordada: "Sólo hay cuatro agentes de servicio cada noche. Dos patrullan las calles; y los otros dos permanecen en comisaría para coger el teléfono y atender al público. No podemos cubrir todo, porque hay noches en las que se recibe una llamada diciendo que hay chavales rompiendo botellas en una zona del pueblo y enseguida otra diciendo que hay un borracho con un cristal roto que amenaza a la gente en la otra punta del pueblo", explica Yubero.

El portavoz de los agentes ironiza sobre sus condiciones de trabajo: "Nunca podemos estar con nuestras mujeres e hijos en las fiestas del pueblo ni en la romería más que vestidos de uniforme y con la porra".Durante la romería, en septiembre, 15 de los 20 agentes de plantilla trabajan sin parar de nueve de la mañana a doce de la noche: "Los romeros nos invitan a una comilona en un buen restaurante para que se nos haga más llevadero", añade Yubero.

El alcalde, por su parte, tiene clara su postura. Asegura que no va a subirles el sueldo porque entonces "se me rebelan los demás trabajadores"

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